Mi última película en el Festival de Sitges 2024. Rodrigo Cortés es un director que siempre me ha parecido muy interesante (Buried, Luces Rojas, El amor en su lugar), pero sobretodo me tiene ganado por la manera en que cuenta las cosas. Sus participaciones en los podcast como Todopoderosos, Aquí hay dragones, su sabiduría en entrevistas y por encima de todo su inteligencia y fantasía en sus libros (Los años extraordinarios, Verbolario, Cuentos telúricos) me flipan. Así que qué mejor que acabar el festival con su nueva película de la que NO SE NADA. Solo sé que salen Albert Pla y Willy Toledo porque lo han acompañado en el photocall previo, pero ni idea del resto. El amor a lo absurdo Mario Casas protagoniza y lidera Escape. Al empezar la película hice un comentario chascarrillo sobre Mario, ya que es un actor que normalmente no me gusta aunque debo decir que ha ido mejorando con el tiempo. Apuntad esto porque tiene giro final. La historia que se cuenta es la de un hombre destrozado por las circunstancias por las que lo ha llevado la vida y lo único que desea es no tener que tomar decisiones nunca jamás. Y la única manera que ve posibilidad de hacer eso es entrando en la prisión. Rodrigo Cortés nos lleva a través de estas decisiones de lo más absurdas de N, para conseguir su cometido. Intercalando su vida con el psicólogo (Willy Toledo), su hermana (Anna Castillo) que está hasta el toto de él y un juez que lo tiene calado desde el primer momento y no lo soporta (el increíble José Sacristán). El combo actoral del año Lo dicho. La película si aguanta la ristra de comedia absurda, de lo más mónguer, es gracias a unas interpretaciones que se deberán recordar durante años y a un guión complejo, brillante y limpio que se desliza sobre las dos horas de película como si fuera una ola con diálogos maravillosos. Liderados por un Mario Casas inconmensurable, personaje lleno de tics, desquiciado, alocado, espectacular, el elenco incluye a la gran Anna Castillo y en el que aparecen de manera brillante en pequeños papeles Willy Toledo, Josep Maria Pou, Juanjo Puigcorbé, Blanca Portillo, el divertidísimo Albert Pla o José Sacristán, el cual hace que te mueras de la risa en cada una de las escenas en las que sale. Tragicomedia elevada al cuadrado Y es que Escape, película que ha sido producida por Martin Scorsese, ni más ni menos, pese a hacerte reír durante su metraje, es un drama enorme, y si en algún momento sales de su vorágine loco y te paras a pensar, te deja ver lo triste que es la vida de N y el mundo en general. Le veo toques de los libros de Rodrigo Cortés (esas libertades creativas) y así se lo dije, o incluso de los primeros pasos del libro Sin Noticias de Gurb, donde la inocencia se mezclaba con el aterrador mundo real de manera brillante. Cuando iba al colegio, quizás 7o de EGB (lo que sería ahora 1o de la ESO), recuerdo que escribimos junto a un compañero un relato para un trabajo en el que un hombre, harto de todo intentaba suicidarse, y por las circunstancias que se iban sucediendo, a cada cual más loca, era incapaz de cumplir con su cometido. El profesor nos puso muy buena nota por lo absurdo del texto y nos dijo que le recordaba mucho a alguna película de Woody Allen (hablamos del año 1993-94). Y esta es la misma sensación que he tenido 30 años después con Escape. Cierto es que es una película que si tienes un dia tonto, o no eres muy dado a este tipo de humor, te saque de ella y no te acabe de gustar, pero para todos aquellos que conozco que les gusta reír y pasar un gran momento viendo una historia original, divertida y loca, esta es vuestra película. Para acabar, y cerrando el círculo de mi frase anterior «Mario Casas es un actor que normalmente no me gusta», cierro esta review lanzando a los cuatro vientos: Si Mario no gana el Goya a mejor actor, dejo de ver los Goya. Dicho queda. Gran película y grandísimo cierre al Sitges 2024.