Hoy era un día especial en Sitges. Uno de los directores que ha nacido, y más ha crecido y evolucionado en Sitges es J A Bayona. Y este director hoy recibía el premio Màquina del Temps. Y lo hacía porque presentaba su nueva película: La sociedad de la nieve. Bayona es un director que hace un cine de antes, muy artesanal, con el corazón, desde las entrañas y trabajado hasta el más mínimo detalle. Y eso es lo que más se ve en esta película, como ya se veía en sus anteriores. La épica más grande La sociedad de la nieve no es un remake de Viven, pero sí es la misma historia, esta vez basada en el libro de Pablo Vierci, de mismo nombre. Pablo Vierci es un escritor que a la vez es amigo personal y compañero de colegio de muchos de los supervivientes del accidente en los andes, y por eso ha confeccionado un libro elaborado al milímetro, con las experiencias de los mismos protagonistas a la vez que relata entre capítulos lo que sucedió. Dicho esto, y habiendo leído el libro y sabiendo perfectamente que sucedería, los compañeros que fueron a la mañana me avisaron: vas a llorar mucho. Yo soy muy llorón en el cine, pero solo hay una cosa que puede hacer que no llore: decirme que voy a llorar. Y es que La sociedad de la nieve es un drama épico real como pocos habrán existido en este mundo, y en ese espacio J Bayona se mueve como pez en el agua. Sabe transmitir el sufrimiento, el amor, la amistad, la preocupación. Y si encima la música la pone Michael Giacchino ya la cosa sube a cumbres inasumibles por muchos directores. La mano de Bayona El accidente, el dolor que sufres con los huesos rotos, las caras aplastadas, las muertes de los amigos. El hambre que pasas solo con mirar su día a día en los andes. Y el frío, sobretodo el frío, que pasas viendo la película. El elenco además de desconocido es perfecto. Todos se toman esta oportunidad como algo único y consiguen que lo que veas sea algo coral, muy coral, y poco fecuente. La sociedad de la nieve es la candidata por España a los Oscar, y me parecería una aberración ya no que no fuera una de las seleccionadas finalistas sino que no fuera la ganadora. Bayona ha crecido con el cine artesanal de Spielberg y de los 80 y ahora seguramente se de los pocos que pueda hacer algo que transmita lo mismo que esas películas que ahora son la vida de todos nosotros. Por eso yo mismo, mis amigos y mi mujer que me acompañaron y las más de mil personas que asistimos al pase de la noche del Auditori aplaudimos durante más de cinco minutos de pie al genio que además de genio es vecino, es de Barcelona, es nuestro, y es uno de los mejores directores del mundo. Larga vida, J. Los Sitgeros te damos las gracias.