Mandela: del mito al hombre

[xrr rating=3.5/5]
Los biopics son siempre difíciles de analizar porque llevan implícita la carga subjetiva, la emotividad para ensalzar normalmente una figura y por tanto el caer en una incondicionalidad injusta. En Mandela: del mito al hombre (Mandela: Long walk to freedom) es posible que ocurra este fenómeno pero es indudable su valía artística y emocional. Su pretensión es clara: ser la película definitiva sobre Mandela tras su reciente fallecimiento (se han hecho otras como Adiós Bafana, Mandela y De Klerk o Invictus) retratando casi toda la vida de Bafana, desde que se convierte en adulto hasta que es nombrado presidente. Son dos horas y media donde se intenta condensar toda su trayectoria, tanto personal como política, y ahí radican sus por otra parte escasas debilidades: el querer abarcar y explicar toda una vida que necesitaría una trilogía probablemente.

Basada en la autobiografía de Nelson Mandela (´Un largo camino hacia la libertad´), la película dirigida por el actor y director inglés Justin Chadwick (más conocido por su labor en series de televisión que en el cine) pasa con nota un reto de tal envergadura. La narración, como la vida de Mandela, va in crescendo hasta alcanzar las cotas de emoción e implicación a todos los niveles que requiere un biopic al uso. Los protagonistas (Idris Elba y Naomie Harris) se meten totalmente en el papel de Mandela y Winnie, simulando incluso las voces reales de los originales. La ambientación, la música y sobre todo las escenas claves de la película te tocan la fibra, pero sobre todo los dos protagonistas son los que logran transmitir toda la carga de emociones personales e ideales políticos que compensa la evidente falta de datos sobre la militancia política en beneficio de la etapa en que es encarcelado y su posterior liberación.
El mayor acierto del film: una guía perfecta para comprender en estos tiempos de falta de ideales y sacrificios en pos del bien común lo que es un líder, lo que significa luchar y las renuncias y sufrimientos que ello conlleva. El proceso de acción y pensamiento de Mandela y Winnie acaban siendo antagónicos (de la lucha al diálogo en uno, de la admiración al radicalismo en la otra), separándoles ideológica y sentimentalmente. Estamos por tanto no ante el típico biopic espectacular y políticamente correcto, sino ante una intención sincera de objetividad y de análisis de las motivaciones, causas y consecuencias que tienen los actos a todos los niveles, influenciada probablemente por los tiempos que corren y pretendiendo quizás desde la nostalgia romper una lanza por unas pasiones que ya no se estilan.
Mandela: del mito al hombre no es sólo un retrato que intenta ser completo de la vida del líder sudafricano sino también una crónica de las últimas décadas de Sudáfrica, una mirada a la lucha de un pueblo por su libertad y una reflexión sobre cuándo es necesaria (si es que lo es) o se impone la violencia y cuándo es momento para la política y el diálogo. Una labor tan compleja queda a veces incompleta o desdibujada pero salvada con inteligencia gracias al uso de elipsis y piezas documentales y superada con creces por el resto de sus virtudes.
Lo mejor: el actor protagonista y la emoción e implicación que transmite la propuesta.
Lo peor: su clara vocación de «película definitiva», con todo lo que ello conlleva.
Estreno: 17 de Enero