Mi afición por IT hace que quizás no sea muy imparcial en esta review, ya os lo aviso. A veces incluso eso es malo para la película, ahora lo vemos.
En su momento no vi la tv-movie de Tommy Lee Wallace con Tim Curry como payaso Pennywise. Me sonaba el libro, el personaje, pero poco más. Fue sobre 2015-2016 cuando se anunció esta nueva versión que decidí leerme el tocho de Stephen King antes de que se estrenara. Me encantó.
Ya de inicio me pregunté ¿Como harán lo que hace el libro, de las dos lineas de tiempo? Al ver los primeros trailers de la primera ya me di cuenta: van a por la historia de los niños. Sin lugar a dudas, la mejor de ambas lineas temporales.
Pero ¡oh sorpresa! El plan no acababa allí. La idea inicial de Andy Muschietti, su director, era llevar el libro en su totalidad a la pantalla. Y para ello necesitaba una segunda parte, esta, con los protagonistas ya mayores.
En su momento lo tuve claro tras ver la genial primera parte: para hacer la linea temporal de los mayores, o los actores son buenísimos o nos vamos para el hoyo. Pues toma: Los perdedores liderados por Jessica Chastain, James McAvoy o Bill Hader harán frente de nuevo al malvado Pennywise interpretado de manera sublime por Bill Skarsgård.
Así pues, ¿Que tal It: Capítulo 2?
Una secuela SECUELA
La secuela empieza con el resurgimiento de Eso (It) 27 años después de que los Perdedores lo «mataran». Ninguno de ellos excepto Mike se acuerda de lo sucedido, pues quien se va de Derry, su pueblo de la infancia, olvida todo lo malo que allí ha pasado.
Muschietti tiene que lidiar en esta segunda parte con varios inconvenientes. El primero es que le queda lo peor del libro para adaptar, es decir, la parte de los adultos y ese final típico de un Stephen King con ciertas influencias psicotrópicas. El segundo que el efecto sorpresa ya no existe, todos conocemos Derry, a los protagonistas y a Pennywise, ya sabemos por donde irá. Y el tercero es que la primera gustó mucho, tanto a fans del terror, como a fans del libro, como a críticos y gente de a pie, y eso hace que se espere mucho de esta secuela.
Un casting para soñar
El primer inconveniente lo resuelve con solvencia. El casting es increíble. Ya conocíamos los actores jóvenes (que vuelven para ampliar escenas de la primera parte) y ahora nos llegan unos reputadísimos actores adultos, con Jessica Chastain (Diosa), James McAvoy (Dios) y Bill Hader (stealing the show) a la cabeza. Es increíble lo que se parecen los personajes adultos a los jóvenes. Sin hacer demasiado retoque, el comportamiento y las caras te hacen ver sus otros yo de la primera parte. ¡Y eso es complicadísimo! Incluso el componente más gordo de los Perdedores se ve claramente reflejado en su yo adulto, más estilizado y «buenorro».
Como digo, los flashbacks de los Perdedores que enlazan con la primera parte son geniales, te implican en la película y convierten a la primera parte en una especie de Edición Extendida con más información de los personajes y del malvado payaso Pennywise. Recuerdas su comportamiento, sus sentimientos, y sobretodo su amistad y compañerismo. Y en eso se vuelve a centrar la película, en el amor y amistad de un grupo de niños (ahora adultos) vilipendieados en el colegio, ninguneados por familia y perdedores básicamente. Pocas películas reflejan tan bien la amistad de un grupo de niños que estas dos.
Por otro lado, y sin contar demasiado, el final toma lo más salvable de la fumada del libro y desemboca una película de terror, comedia, aventuras y drama en un giro entre esperable y aceptado tanto por fans del libro como por los que no.
Terror, comedia, drama y aventura
El segundo inconveniente es que ya te conoces el tema y no hay factor sorpresa. Cierto. Pero Andy Muschietti vuelve a mezclar con acierto ese terror profundo con comedia y escenas locas que rozan la autoparodia, bebiendo, como no, de la saga Pesadilla en Elm Street, la cual tiene un homenaje directo en el último plano.
Además se introduce más crudismo y gore, salvajadas a tutiplén, y esa maldad extrema que es Pennywise. Pese a tomar formas de lo más variopintas, sus apariciones son terroríficas por el simple hecho de saber eso: que es la maldad personificada.
La primera parte ilustraba en forma de terror el paso de niño a adulto, el bullying y la soledad de los niños incomprendidos. En esta se centra más en los terrores olvidados, y de nuevo transformando pennywise en una metáfora de los abusones.
Y de nuevo destacar que pese a que te conoces de que va el tema, el reparto aguanta el chaparrón con creces. James McAvoy tartamudea como los hacía el pequeño Billy en la primera y es su perfecta versión adulta. Al igual que Jessica Chastain haciendo de la malograda y enamoradiza Beverly. O Jay Ryan (Ben) o James Ransone (Eddie) el cual tiene una escena donde se fusionan las dos caras, la de adulto y la de niño y confirma lo que todos vemos: que son perfectos. Y acabar con el genial Bill Hader, que si bien es cierto tiene el papel más sencillo y agradecido, clava su interpretación como Richie Tozier y es el roba escenas por excelencia de esta segunda parte (bip bip Richie).
Jugar con las expectativas
Y el tercer inconveniente es que te esperas mucho. Y sabes que dura mucho (2:45h). ¿Está a la altura? Pues a la altura sí, mira a su primera parte un poco desde debajo, pero pese a tener que plasmar la peor parte del libro, sale bien parada y sin duda alguna gustará a los que les encandiló la primera parte. ¿Larga? Pues a mi se me ha hecho corta… que queréis que os diga.
¿Su lado malo? Quizás que la mitología que se usa para hacer frente a Pennywise o las teorías para afrentarlo, se hayan contradicho en otras partes de la película, o sencillamente sean ligeramente patilleras. Pero bueno, es algo que en una película que mezcla de manera tan acertada terror, drama, aventura y fantasía, se puede dejar pasar. Sobretodo teniendo en cuenta que venimos de un libro de Stephen King, el gran escritor de terror de nuestro tiempo, que tiene en ocasiones unos blancazos impresionantes, empezando por el final de este libro o esa «escena» que nadie se ha atrevido aún a llevar a la pantalla. Más que nada porque es totalmente innecesario. Quizás por eso, el mismo Andy Muschietti juega con el papel de Billy (escritor de guiones) y hace la broma recurrente de que no sabe escribir finales. Además el pueblo como tal (Derry) pierde protagonismo (era un personaje principal en la primera parte), pero daremos por hecho que eso ya se contaba en la primera mitad.
Ojo además a los cameos del mismo Stephen King (que parece muy agradecido a esta versión) o del director Andy Muschietti.
Resumiendo. It: Capítulo 2 me ha dejado muy buen sabor de boca, y junto a la primera parte lo convierte en una de las mejores películas (dobles) de terror de las últimas décadas y sin duda una de las mejores adaptaciones de Stephen King. Flotaréis.
