La curadora de un museo está preparada para retomar las citas y empieza a conocer al hombre perfecto. Cuando la invita a pasar un fin de semana en una casa en medio del bosque no se imagina hasta que punto se está metiendo en la boca del lobo.
En A Wounded Fawn (2022, Travis Stevens), Meredith (Sarah Lind) acaba de conocer a Bruce (Josh Ruben) y para avanzar en su relación con él acepta pasar un fin de semana en su cabaña. Bruce tiene su propio plan, quiere añadir un trofeo más a su lista de víctimas. Las expectativas que tienen ambos se van a ver truncadas hasta límites insospechados.
Esta es una historia un tanto convencional del juego del gato y el ratón al principio pero que va mutando hacia algo un tanto onírico y surrealista. Para los que se asustan al leer estas palabras que no se preocupen, al final todo tiene sentido. Puede pecar de ser un poco pesada en su segundo acto y de tener un ritmo un poco descompensado, pero en líneas generales no aburre ni decepciona.
Buenas actuaciones, buenas dosis de humor negro y vale la pena mencionar la graciosísima última escena en la que van saliendo los créditos.