Los Idus de Marzo

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En Los tiempos que corren los parámetros que se aproximarían a ese ideal de perfección podrían ser excelentemente personificados en la figura de George Clooney. Ya nos dejó claro que, actualmente, es uno de los actores más afamados y valorados. Pero no contentos con eso, su talento en este mundillo del séptimo arte también lo deja patente tras la cámara.
Cuando llega el momento de dirigir y hacer el guion de una película, la cosa tampoco se le da nada mal. Testigo de ello es su último largometraje, donde con un envidiable reparto y un guión aceptable, postula para ser presidente de los Estados Unidos.
En ‘Los idus de marzo’ conocemos a Stephen Meyers (Ryan Gosling), un idealista y brillante comunicador que es el segundo de a bordo de la campaña presidencial del gobernador Mike Morris (George Clooney), en quien confía ciegamente. Durante las primarias de Ohio, Tom Duffy (Paul Giamatti), el jefe de campaña del máximo oponente de Morris, ofrece a Meyers un puesto de trabajo. Al mismo tiempo, las negociaciones de Morris para conseguir el apoyo adicional de un senador de Carolina del Sur se estancan. Y la joven becaria Molly Sterns (Evan Rachel Wood) capta la atención de Stephen. Los republicanos guardan varios ases bajo la manga, Meyers puede haberse confiado en exceso y Molly guarda un secreto. ¿Qué será más importante: la carrera, la victoria o la verdad?
Para lograr una mayor compresión y hacer, si cabe, que la película cobre todavía más valor, pongámonos en situación. ¿Por qué los “idus de marzo”? Esta fecha es famosa porque es cuando fue asesinado Julio César en el año 44 a.C. Además, Shakespeare en su obra Julio César volvió a citar los idus de marzo al escribir la ya conocido frase: ¡Cuídate de los idus!
Una vez hechas las presentaciones y, por supuesto, una vez visionado el film, damos  total coherencia al título de un largometraje con una trama que engancha desde los primeros veinte minutos. Un argumento lleno de política donde no deja títere con cabeza y los hachazos y críticas van y vienen hacia y para todos los lados. Es una película a la que le caracteriza un placentero suspense. Se forma, así, un juego de mentiras, confianzas y desconfianzas, secretos y demás entresijos políticos donde la expectación se dibuja por un entramado quién traiciona a quién.
El reparto del largometraje es uno de esos que auguran calidad, y no es para menos. George Clooney da vida al gobernador Mike Morris. Cabría decir que su peso presencial en la película no es excesivo, echando a un lado los speech que ofrece como candidato a la presidencia, con los que logra hacernos participes del entramado y complejo sistema de elecciones que tiene lugar al otro lado del charco. No sería de extrañar que por un momento creyéramos que realmente George Clooney podría optar a gobernar la primera potencia mundial.
Aún así, el peso total recae sobre Ryan Gosling. Y es que este chico se va a comer el mundo, y si no, al tiempo. Ya nos lo dejó bien clarito con “Drive”. Así, no era de extrañar el descontento de miles de personas que esperaban su nominación para el Oscar. Pero alejados de temas que puedan levantar cierto revuelo, Ryan Gosling vuelve a protagonizar de forma casi perfecta otra película en menos de medio año. Y es que el primer plano de la cara de Gosling mirando al frente durante más de diez segundos, empezará a ser una de las escenas más demandadas en las películas.
Pero ahí no queda la cosa, también acompañan al reparto Evan Rachel Wood o Philip Seymour Hoffman, todo un lujazo, vaya.
En definitiva, un guión sencillo, nada del otro mundo. Pero una trama correcta, un argumento correcto y un montaje bien llevado convierten Los Idus de Marzo en una película que merece la pena.