Les doy un año: de amor y compatibilidad

[xrr rating=3.5/5]
Todo comienza como tantas comedias románticas, en apenas unos flashes: atracción a primera vista, salir, ¿enamorarse?, casarse a los pocos meses y el ya clásico amigo salido con salidas de tono, es decir, diciendo lo que todo el mundo piensa pero nadie diría. Sí, os suena ¿verdad? ‘Cuatro bodas y un funeral‘, ‘Love Actually‘… La misma productora ha firmado ‘Les doy un año‘ (I Give It a Year). La comedia romántica británica sigue en forma.
Pero no esperen una comedia al uso o mejor dicho, es todo comedia pero de romántica tiene poco, aunque no se engañen, en el fondo apuesta y de qué forma por el amor. Se nota la mano de Dan Mazer, colaborador habitual de Sacha Baron Cohen, guionista de Borat o Brüno y que se estrena aquí como director. Con estos antecedentes no esperemos lógicamente una historia de amor políticamente correcta, si bien tampoco un film ni remotamente cercano al nivel gamberro y devastador del trabajo conjunto con Cohen. Se queda a medio camino de ambos extremos pero no en tierra de nadie sino explorando nuevas vías de este género a través de un análisis tan necesario como poco visto en las pantallas de lo que es a veces el amor, supuesto amor o lo relativo de las relaciones y el gran peso que tiene la compatibilidad. La defensa del amor como algo pasional y de sintonía frente al más calculado, interesado o inercial que antes y ahora se impone en tantas ocasiones.


‘Les doy un año‘ no pierde en ningún momento el tono general de comedia romántica pero se permite estirar la cuerda en lo relativo a gags cómicos o situaciones hilarantes que sí recuerdan a otro tipo de comedia más gamberra. No obstante no va más allá porque se nota que quieren subrayar el trasfondo de análisis de las relaciones de pareja, del porqué nos enamoramos o quizá sólo creemos enamorarnos o necesitamos enamorarnos. A través de situaciones divertidas queda siempre el poso del patetismo de fondo, de lo que ocultan realmente tales acciones. La pareja que creemos debe ser frente a lo que realmente queremos o nos gustaría, el forzar algo que rezuma incompatibilidad por los cuatro costados, que todos parecen darse cuenta menos ellos pero que sin embargo luchan por mantener o mejorar.
El mayor acierto del film no es por tanto lo que cuenta sino lo que ofrece para pensar y reflexionar, cosa siempre de agradecer en el cine. Mazer nos hace partícipe y a la vez nos invita a quizá vernos reflejados en las parejas que son y de las que pueden o podrían ser para llegar a una conclusión que parece clara pero que quizá en otros casos puede ser relativa. Sólo viendo el final, original y al mismo tiempo lógico en virtud de las premisas que ofrece, podremos abarcar toda la mala leche o más bien realismo que proponen los creadores de esta comedia que nos hará reír, pensar e incluso a algunos incomodar a partes iguales. Un final que de aplicarse en la vida real quizá se evitarían muchos problemas y pérdidas de tiempo. Parejas con crisis o dadas al autoengaño, abstenerse de verla… o mejor no os la perdáis.
Lo mejor: su original propuesta, alejada de la comedia romántica tradicional.
Lo peor: podría haber ido más lejos y redondear tal propuesta.
Estreno: 12 de Septiembre.