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No os llevéis a engaño. ‘Negocios con resaca’ (‘Unfinished Business’) no es como el título parece indicar una comedia gamberra, una versión empresarial de ‘Resacón en Las Vegas’, cosa que tampoco aportaría nada nuevo. Pocas veces un título ha exagerado tanto un contenido porque ni es una comedia sobre los negocios ni es una película desfasada.
La comedia gamberra americana tiene títulos míticos, empezando por la época dorada de los ochenta y acabando por la ‘saga resacón’. Pero este título desde luego no pasará a los anales del género a pesar de su atractivo reparto, con un Vince Vaughn desaprovechado aunque nunca le he acabado de ver en la comedia y unos secundarios que mejoran el conjunto pero que se quedan cortos en sus momentos y apariciones.
El comienzo, aunque trillado, es prometedor: un ejecutivo de ventas despedido y decide montárselo por su cuenta. Sólo le siguen un veterano que se niega a jubilarse, con sueños aún en el horizonte y un chaval borderline en busca de una oportunidad. Como objetivo, un contrato que les hará despegar y cumplir sus sueños. Pero no tardarán en toparse con la cruda realidad.
‘Negocios con resaca’ no acaba de situarse, transcurriendo cómodamente en lo típico sin estridencias y entreteniendo mínimamente pero sin arriesgar, no se sabe si por falta de talento de un director, Ken Scott, sólo conocido hasta ahora en Canadá. No deriva ni al extremo de comedia ligera familiar que parece ser a veces, con el sempiterno mensaje familiar y de superación americano, o el de comedia desmadrada que de repente pretende ser (o no, no se sabe), con escenas verdaderamente soeces o gamberras pero sin continuidad alguna. Supongo que se espera o prefiere lo segundo, puesto que son los únicos momentos de risa, breves por otra parte.
La conclusión la habréis deducido: no vale la pena verla en el cine. Es la típica peli de dvd o entretenimiento de fin de semana. ‘Negocios con resaca’ presenta una buen aspecto en la línea de salida: parte de una idea no original pero bien planteada, buenos actores, personajes que prometen, viaje de americanos a Alemania (con las posibilidades que conlleva), pero se va diluyendo en un film anodino, con escasos gags, sin decidirse a desmadrarse u optar por una comedia más ligera, sin alma aunque con buena planta. Quizá Scott quería mezclar un ‘resacón’ con un ‘steve martin movie’ pero no ha sido capaz de ello.
