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La saga Terminator se ha convertido en algo tan familiar, que lo inicialmente trágico de la historia (puro y duro cine ochentero la primera entrega de James Cameron) parece haber perdido todo el fuelle, pero sin embargo -al menos a servidor- cómo nos sigue gustando. La nueva entrega da una y más vueltas de tuerca yendo a lo más simple o a lo más complejo: al origen de todo, a la primera película. Sólo juntar en la misma escena al Schwarzenegger «viejo» y a aquel que comenzaba a ser una estrella ya es una delicia.
Sí, todo gracias a los espectaculares efectos actuales, capaces de revivir personajes y detener o estirar el tiempo. Eso hacen los efectos y eso hacen los guionistas. Porque las paradojas y piruetas temporales y los futuros o pasados alternativos son ya parte consustancial en un gran porcentaje de las películas no ya de ciencia ficción o fantásticas, sino en las más «realistas». Una bicoca que da para opciones infinitas.
‘Terminator: Génesis‘ (‘Terminator Genisys’) hace uso y abuso de todo ello para poder volver atrás cinematográficamente y contextualmente. Hay lagunas de guión y falta ese toque en la dirección de un grande pero no se puede negar el entretenimiento, consiguiendo cuanto menos una continuación digna. Seamos benévolos, no se trata de la saga de El Padrino, se trata de entretener y de paso hacernos esos guiños de comparativa con la actualidad y lo que nos puede deparar el futuro. Para ello, a sabiendas de lo lejos que está el cine actual con el del 84, se acercan -no, más bien se adentra del todo- en el clásico de Cameron para homenajearlo quizá o para reescribir la historia y de paso reivindicar a un Schwarzenegger que sigue siendo la estrella, y más viendo al resto del elenco, correcto sin más.
Estamos ante una muestra más de retorcimientos temporales que tanto juego dan y que difícilmente suelen empalagar. Eso era en origen Terminator. Pero, al igual que la máquina ha evolucionado, también lo ha hecho, con sus luces y sus sombras, la saga. Skynet, como veréis en la película, ya no es Skynet; Sarah o John Connor tampoco serán los mismos (y no me refiero a los actores que los interpretan), porque el mundo actual no se imaginaba en 1984 y como si de otra línea temporal se tratara se han reconvertido a otro Terminator, mejor o peor, será cuestión de gustos, pero igualmente espectacular y entretenida.
Sí, ya sé cuál es la pregunta: ¿habrá otra entrega? Pues sin ver el film se podría intuir que sí; viéndolo ya apenas queda duda. Otra cosa es aceptar de grado o no tanto estiramiento de las historias, pero el cine y la demanda actual es así en parte. Y si no, siempre podemos volver al pasado…
