La carta de presentación ya es de por si inmejorable porque ‘Antebellum’ viene de la mano de los productores de ‘Déjame salir’ y ‘Nosotros’, ambas grandes obras del nuevo terror dirigidas por Jordan Peele. Si la pregunta es si esta nueva apuesta de terror-suspense con clara vocación de denuncia racial y feminista tiene además formalmente semejanzas con las obras de Peele, la respuesta es que si.
Pero desde el primer y fabuloso plano secuencia con la inquietante y envolvente música de Roman GianArthur Irvin y Nate ‘Rocket’ Wonder nos damos cuenta que los directores de esta ópera prima y grata sorpresa cinematográfica de este duro año, Gerard Bush y Christopher Renz, buscan y consiguen un sello propio. Además, firman el guión.
La tensión y la incertidumbre se apoderan desde el primer plano del espectador, y sufrimos con la protagonista, Janelle Monáe, en sin duda el mejor papel de su carrera. No debemos adelantar nada de la trama y de los giros pero si decir que en la versatilidad que requiere su papel sale bien parada en todos los registros.
Hasta aquí el comentario cinematográfico, pero queda el social, en un género que difícilmente podría relacionarse con tales inquietudes, pero que con las películas de Jordan Peele se abrieron nuevos e interesantes escenarios. La película lanza un discurso poderoso y aterrador, que tras el visionado veréis que es de rabiosa actualidad. Para unos será quizá un exceso de victimismo o una provocación muy lejos de un apaciguamiento; para otros se puede convertir este film en un clásico y un referente del género pero también los conflictos del presente y los fantasmas del pasado, íntimamente ligados como brillantemente construye la película.
Estamos ante una obra directa, honesta y sin tapujos, con una atmósfera desasosegante y enrarecida, y una premisa más aterradora que cualquier fantasma o ser monstruoso. Si el cine es muchas veces el reflejo de la época en que se realiza, éste es un ejemplo claro. Y en estos tiempos convulsos esta magnífica película demuestra que puede ser más terrorífica la realidad actual o posible que cualquier casa encantada o infierno imaginado.
