Battleship: ¡Tocado y hundido!

[xrr rating=1.50/5]
Es sabido de todos que a Hollywood se la han acabado las ideas, y en su intento de generar sagas que recauden un dineral acude a todo lo adaptable a película, desde remakes innecesarios hasta cómics imposibles. Allá en el 2007 DreamWorks se alió con la compañía de juguetes Hasbro para llevar a la gran pantalla los Transformers a mano del megalómano Michael Bay y con el beneplácito de Steven Spielberg. Tras tres películas y a la espera de otra, la compañía de juguetes tuvo la brillante idea de si la cosa ha funcionado tan bien con los robots ¿por qué no intentarlo con otros juguetes?. Y con esa idea tan surrealista Hollywood ha dado luz verde a las adaptaciones de los juegos Monopoly, Míster Músculo, Cluedo y la que nos ocupa ahora, Hundir la flota.
¡Agua!
La historia nos plantea una épica aventura de acción que transcurre en el mar, el cielo y la tierra, y en la que nuestro planeta lucha por sobrevivir contra una fuerza muy superior. La película está protagonizada por Taylor Kitsch en el papel del teniente Hopper, un oficial de la Marina destinado al John Paul Jones; Brooklyn Decker es Sam Shane, una fisioterapeuta de la Marina y novia de Hopper; Alexander Skarsgård es Stone, el hermano mayor de Hopper y comandante del Samson; Rihanna es la suboficial Raikes, especialista en armas del John Paul Jones; y Liam Neeson es el almirante Shane, el oficial superior de Hopper y Stone (y padre de Sam).
¡Tocado!
He de confesar que cuando me enteré de la intención de llevar a la gran pantalla un juego de mesa un escalofrío me recorrió el espinazo ¿Cómo? ¿Por qué? Pero cuando vi que en el tráiler la batalla naval era contra unos robots alienígenas ya tuve un pequeño ictus. Pero oye, ¿quién soy yo para juzgar una película sin antes verla?, puede que al menos sea entretenida y entre explosiones y frases grandilocuentes nos lo pasemos bien –y sino que se lo digan a Armageddon (1998)-, sin olvidar que dirigiendo está un director algo gamberro –¿existe película más bruta que Very Bad Things (1998)?- y bastante competente –aunque no lo demostrara en la desastrosa Hancock (2008)- y a Liam Neeson en el reparto.
¡Agua!
Seré claro, Battleship (2012) es la tontería que parece, y no por la idea de adaptar lo impensable –justificada en una escena totalmente surrealista- sino porque el conjunto es un disparate de tópicos y sinsentidos tan grandes cómo su presupuesto. La película funciona a base de refritos de blockbusters de Michael Bay y Roland Emmerich con actores de segunda –está claro que Michelle Rodriguez era la primera opción para interpretar el personaje de Rihanna-, he visto a patatas con ojos actuar mejor que Taylor Kitsch.
Y por más que lo intentaba no daba crédito a lo que estaba viendo, igual que en su día lo hizo Independence Day (1996) o más tarde la horrorosa Stealth: la amenaza invisible (2005), y es que la película no hay por dónde cogerla. ¿Entretenida? La primera hora quizás, pero es que se alarga hasta los 131 minutos y a cada minuto es más disparatada. Y lo mejor de todo es que estoy seguro que será un éxito, -sobretodo en los USA-. Así que preparémonos, porque después del Monopoly vendrán más, quién sabe si acabaremos viendo una película del Tragabolas.
¡Tocado y hundido!
 
Lo mejor: Los efectos especiales y algún que otro chiste auto paródico.
Lo peor: El guión, los actores y la banda sonora ¡Basta ya de copiar la score de Origen!