“Birdman (o La extraña virtud de la ignorancia)”: La obra de arte

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Tengo la sensación de que cuando terminó la película yo no había parpadeado ni un solo momento.
“Después de hacerse famoso interpretando a un célebre superhéroe, un actor trata de darle un nuevo rumbo a su vida, recuperando a su familia y preparándose para el estreno de una obra teatral en Broadway.”


Seguramente algún critico iluminado pueda concretar en unas páginas todo lo que es “Birdman (o La extraña virtud de la ignorancia)” pero yo no creo que pueda llegar en tan poco espacio a englobar hasta donde llega y todo lo que es esta obra de arte.
Y es tal cuál, una obra de arte, que te deja ensimismado desde los títulos de inicio, por original, por prepararte para algo que rara vez has visto o ni siquiera pensado que pudiera hacerse dentro de este arte.

Alejandro González Iñárritu, tiene a sus ordenes un equipo técnico que hace maravillas, estos encabezados por Emmanuel Lubezky ( ganador del Oscar por “Gravity” el años pasado), director de fotografía habitual de Alfonso Cuarón y Terrance Malick, que tiene la ardua tarea falsear un plano secuencia de mas de noventa minutos, noventas minutos llenos realismo mágico y espectáculo, no en el aparataje sino en la puesta en escena como escenas de acción al puro estilo Marvel.

Iñárritu con todo esto quiere hablar del cine desde el cine, de una actualidad industrial como lo es el cine de superhéroes y como se está infectando con esta necesidad de la industria ( dinero ) y de la sociedad ( sensación de esperanza ), también habla del veneno social que puede llegar a ser la “fama”, tanto cuando está como cuando la anhelas, del rencor de hijos a padres, de mujeres a maridos, de la envidia dentro de la profesión, de la necesidad de ser reconocido… en resumidas cuentas, de lo ennegrecida que está la industria y hasta donde puede absorber el alma.
“Birdman ( o La extraña virtud de la ignorancia)” actúa como un espejo sobre el séptimo arte, barnizado de comedia negra, de lo peligroso que es el ego y de lo agresiva que se ha vuelto la sociedad, una experiencia que se me puede acercar a ver el “Guernica” por primera vez, pero por un Picasso del 2014.