Black Heaven: Buenas ideas mal contadas

[xrr rating=2/5]
Con un año de retraso llega a nuestras pantallas la nueva película de Gilles Marchand, director de ¿Quién mato a Bambi? (2003) presentada el año pasado en el Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya de Sitges.
Este thriller con ecos a  la cibercultura empieza con Gaspard, un adolescente del sur de Francia que recién ha empezado una relación con Marion y se lo pasa en grande durante el verano con sus dos amigos Yann y Ludo. Un día Gaspard se encuentra un móvil y decide hurgar acerca del propietario de éste. Tirando del hilo acaba presenciando el intento de suicidio de una pareja y la vinculación que tienen a un juego llamado Black Hole. Gaspard logra salvar la vida de la chica y comienza a obsesionarse con ella entrando en una espiral malsana que acabará afectando a todos los que le rodean.
No se puede decir que la premisa de la historia sea original, nos encontramos ante la típica historia del niño bueno y la femme fatale. Con la novedad de que ésta se mueve entre el mundo real y el de un videojuego, a medio camino entre El cortador de césped (1992) y la belga Ben X (2007). Durante la primera mitad, la película consigue mantener la intriga haciendo partícipe al espectador del nuevo mundo que está descubriendo el protagonista. El problema llega después, cuando la trama se vuelve más confusa y la narración se vuelve torpe acabando en un giro final tan incoherente como mal contado.
Tal vez lo más destacable sea la bellísima actriz Louise Bourgoin, la heroína gala Adèle Blanc-Sec, a la que vimos en la magnífica película de Luc Besson Adele y el misterio de la momia (2010) y las partes de animación del juego que recuerdan a la estética de películas como Tron (1982).
Una lástima lo de Black heaven (2011) ya que si se hubiese cuidado más la  narración y algunas partes del guión nos encontraríamos ante una buena película.
 
Lo mejor: Su propuesta y Louise Bourgoin
Lo peor: Está tan mal contada que estropea toda las buenas ideas que tiene.