Pues es lo que tiene no leer de que va. Viendo el poster esquemático de la película, esperaba de Black Water: Abyss un The Descent (magnífica película de Neil Marshall) con espeleólogos que se quedan encerrados en una cueva y son atacados por una bestia.
Pues bueno, como decía, es lo que tiene no leer de que va. Porque con la parte de espeleología y cuevas iba bien encaminado, pero en lo de la bestia no tanto. La bestia no es más que un cocodrilo. Y no un super cocodrilo, sino uno normalillo y con mucha hambre.
De estas películas lo que menos me cuadra siempre es lo mismo: ¿Cómo puede ser que un cocodrilo tenga tanta hambre? ¿Es hambre o son ganas de joder al personal? Yo si fuera un cocodrilo y me comiera a una persona, por muchas otras que tuviese al alcance, me tumbaría a la bartola y a disfrutar de una panza bien llena… no se de que están hechos esos bichos australianos de las películas. ¿Cómo saben esos cocodrilos que el resto de personas se van a largar en breve y tiene que comerse a cuantas mejor? ¿Cómo sabe que no se van a quedar a vivir allí?
Como parte mala de la peli, es que te da la sensación de que ya la has visto. Y más ahora que en los últimos años han salido películas de cocodrilos bastante aceptables como Infierno bajo el agua de Alexandre Aja o Rogue (El territorio de la bestia), o algunas variantes con tiburones como The Shallows, o A 47 metros.
Como parte buena, pues que se deja ver y no es un coñazo. Claro que hay las típicas decisiones absurdas y en ciertos momentos prefieres que se los coman a todos, pero el cocodrilo no es nada falso y el desarrollo de la película no se pasa de flipada.
Para ver en Sitges bien, ligerita ligerita, o como dirían los frikis de los juegos de mesa, un buen Filler.
[movie title=»Black Water: Abyss»]
