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La grata sorpresa con la que se sale del visionado de la segunda parte del Capitán American, está vez sobrenombrada, Capitán America: El soldado de invierno, viene dada porque mientras veía la el producto, como siempre, soft, en apariencia, de Marvel y Disney, me sorprendí llegando a reflexiones que hicieron saltar mis alarmas sociopolíticas, y, finalmente me quedé con la reflexión de que en Capitán America: El soldado de invierno, hay dos intencionalidades bien diferenciadas.
“Después de los catastróficos acontecimientos ocurridos en Nueva York con Los Vengadores, CAPITÁN AMÉRICA Y EL SOLDADO DEL INVIERNO, de Marvel, encuentra a Steve Rogers, alias el Capitán América, viviendo tranquilamente en Washington D.C. e intentando adaptarse al mundo moderno. Pero cuando un colega de S.H.I.E.L.D. se ve amenazado, Steve se encuentra envuelto en una trama de intrigas que puede poner en riesgo el mundo entero. Uniendo fuerzas con Black Widow, el Capitán América lucha por desenmascarar la conspiración cada vez mayor mientras pelea contra asesinos profesionales enviados para silenciarlo a cada paso. Cuando el plan malvado es revelado, el Capitán América y Black Widow piden la ayuda de un nuevo aliado: Falcon. Sin embargo, pronto se encontrarán a sí mismos luchando contra un enemigo colosal e inesperado: el Soldado del Invierno.”
Por un lado los directores Anthony y Joe Russo, ( que llegan a la dirección de esta obra con la producción y dirección de capítulos específicos de la serie de culto Community, también trabajos de dirección dentro de la serie Arrested Development, y trabajos en cine como Bienvenidos a Collinwood ( 2002), respetan la apariencia soft que viene siendo seña de identidad de la obra audiovisual de Marvel, con chistes inocentemente sexuales, con escenas de acción sin mucho resorte sangriento, con personajes correctamente bien estructurados, correctas estructuras en el guión y centrando toda la artillería en las Set Pieces, muy bien rodadas, y con un espectacular provecho del renovado 3D ( dar las gracias a Alfonso Cuarón ). Todo aparentemente correcto y listo para ser un nuevo revienta taquillas.
Por otro lado los Hermanos Russo, han demostrado ser amantes de la cultura Geek, ( Marvel quiere gente que respete sus trabajos y el mayor ejemplo es el caso Joss Wheddon, otro amante de lo Geek, que después de demostrar su amor por esta cultura en Los vengadores ( 2012 ) a entrado a formar parte activa en la producción de la compañía americana, supervisando muchos proyectos y apadrinando otros ) y devolver la hazaña de la cultura del comic a una película como esta. La hazaña a la que me refiero es, por ejemplo, la que manifiestan obras como V de Vendetta ( Allan Moore, 1982 ), el uso de esta literatura como un marco, donde se retrata la situación bélica, política y cultural, de su propia actualidad.
Al ver esta hazaña, me llagaron unas palabras de un artículo de qz.com que leí, justamente la misma semana del estreno , las cuales cito:
“El día en que los ejércitos de robots sean más rentables que el ejercito de los humanos será el día en que el poder del pueblo quede obsoleto. Con los ejércitos de robots, habrá una minoría que podrá hacer lo que quiera con el resto. Y al contrario que las tiranías de Stalin y Mao, la tiranía infringida por los robots resistirá a los cambios de opinión de la gente. La plebe puede pensar lo que quiera, pero los señores de los robots son los que tendrán las armas. Y para siempre.”
Mas allá de comentarios sobre Twitter, y referencias a los patrones de superficialidad que digamos “impone” la moda, Capitán America: El soldado de invierno reflexiona sobre la situación y nos invita a proyectarnos mas allá de ella:
“¿ Qué es lo que ocurrirá ahora que las élites empiezan a controlar estos drones que ya se están desplegando por todo EEUU y este complejo militar industrial? ¿ Qué ocurrirá cuando se protejan de nosotros con estos drones y ninguna de nuestras armas sirva para lo que decía Thomas Jefferson, dar una lección al gobierno?”
Estas son las preguntas que se hacia Stacy Herbert y, que en esta película se intenta reflexionar sobre ellas. La practica literaria del comic crea héroes como una respuesta social, los héroes usados como una retórica de la actualidad. Personajes que persiguen el ideal de “verdad” y “justicia” sobre la sociedad y en donde nosotros debemos/tenemos que sentirnos reflejados, para crear el ideal de patria como la defensa de la sociedad democrática, reflejado en el propio Capitán América y en donde su Némesis, El soldado de invierno, representa la mentira y la manipulación como los caracteres de la debilidad del individuo.
La reflexión bélica que había en la primera era algo lejano y en cierto modo reiterativo, ya hemos reflexionado en demasía sobre lo ocurrido en la Segunda Guerra Mundial y ahora se nos invita a reflexionar sobre los tiempos oscuros que se aproximan. ¿ Capitán America como el nuevo Guy Fawkes? No lo creo, pero es divertido, agradable y reconfortante, que nos lleguen productos desde Marvel con esta doble intencionalidad.
