Django Unchained

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“Django Unchained”  es una de esas películas que al momento de verla ya sabes que van a estar en el Top 10 de este año 2013. Quentin Tarantino ha logrado aunar la acción, la comedia, el drama y el horror en un Western que huele a “Spaghetti” desde el minuto 1 hasta el final, en donde Christoph Waltz destaca exageradamente por encima de todos y cada uno de los actores del film. Y es que aún cuando la película dura la friolera de 2 horas y 45 minutos, es difícil encontrar ningún instante en el que la misma se te haga larga o en el que pienses: «Esto a mi me sobra». Es más, estoy seguro que los primeros 45 minutos de “Django Unchained” son de lo mejor que veremos en mucho tiempo en el mundo del cine.
“Django Unchained” cuenta la historia de Django (Jamie Foxx), un esclavo de color, que tras ser liberado por el Dr. King Schultz (Christoph Waltz) para ayudarlo a reconocer a ciertos fugitivos de la ley, empieza la búsqueda de Hildi (Kerry Washington), su amada esposa, de la cual fue separado tras ser vendidos como esclavos a diferentes compradores.
Esta es la premisa de una historia de venganza y lucha por la igualdad de derechos, y la libertad de un hombre en un país y una época difíciles para ser negro.
Y es justo esta última palabra la que tanta controversia ha traído a la película. Pues Spike Lee, director afroamericano, la ha catalogado como una ofensa para sus antepasados. Parece ser que la temática (la esclavitud) y el uso repetitivo de la palabra “nigger” a lo largo y ancho de la película, han herido sus sentimientos, aún cuando está totalmente justificado el uso de dicha palabra en la trama.
Lo más divertido de todo esto es que, según las propias palabras de Mr. Lee, este no ha visto todavía el film, y es más, ni lo piensa ver.
Lo cierto es que hoy en día no es fácil hablar de una película de Quentin Tarantino y no molestar a alguien. Los hay que lo han elevado a la figura de “auteur”, por lo que cualquiera cosa que ruede siempre estará justificada. Y los hay que haga lo que haga siempre le buscarán las cosquillas.
El caso de “Django Unchained” parece que no será diferente. Para algunos el diseño de las tipografías y tamaños de letras exagerados al inicio, mitad y final del film, junto al uso excesivo del zoom serán, más que un homenaje a los Spaghetti Western de mediados de los años ’60, toda una declaración de intenciones por parte del director. Otros simplemente lo verán como algo totalmente innecesario y que incluso en algunos momentos de la trama, consigue más el efecto de sacarte de la película, que el de integrarte dentro de la historia.
Cabe destacar la cantidad de cameos o personajes secundarios que hacen varios actores conocidos en la película, tales como: Jonah Hill, Don Johnson, Tom Savini, o el mismísimo Franco Nero, el actor que daba vida a “Django” en el film de Sergio Corbucci estrenado en 1966, y que sirvió para inspirar a Quentin Tarantino.
Junto a la gran actuación de Christoph Waltz, de la que no me cansaré de repetir que es espectacular, cabe destacar también la labor de Walton Goggins, Samuel L. Jackson y Kerry Washington, junto a un Leonardo DiCaprio en total estado de gracia.
Y como no, si hablamos de una película de Quentin Tarantino, no podemos obviar la banda sonora de la misma. Aquí es donde “Django Unchained” sorprende todavía más, puesto que su banda sonora contiene desde canciones de Luis Bacalov como “Django” (tema principal de la película de Sergio Corbucci) y varias piezas de Ennio morricone,  hasta una mezcla de una canción del famoso rapero 2Pac con un tema del mismísimo James Brown.
En definitiva, Quentin Tarantino ha sabido mezclar exitosamente la épica y el drama de películas como “Spartacus”, con un humor descarado e insolente que deja en evidencia una de las épocas más vergonzosas de Estados Unidos.

Bienvenido de nuevo Sr. Tarantino.