Una granja americana, un matrimonio que quiere tener un hijo pero no hay manera, un destello en el cielo… Sus plegarias han sido oídas pero no por la naturaleza sino desde el espacio exterior. Todos conocemos la historia, pero James Gunn, el creador de las dos entregas de ‘Guardianes de la galaxia’ como productor y sus hermanos Brian y Mark como guionistas, le dan una original vuelta mezclando el más puro cine de superhéroes con el terror e incluso el gore, y como no, el inconfundible toque de humor negro y sarcástico marca de la casa.
Si mezclamos la versión más clásica de ‘Superman’ con la de cualquier film de terror, subgénero ‘hijo del diablo’, nos sale ‘El hijo’ (‘Brightburn’). El acierto es total y tras un comienzo de lo más convencional y que incluso puede resultar plano, parece intencionado para conseguir el crescendo idóneo hasta el impresionante tramo final. Definitivamente los hermanos Gunn han conseguido un estilo y temática personal, atractivo y transgresor del cine de superpoderes. Y es que si alguien viniera a la tierra y tuviera unos poderes como para dominar el mundo o al menos para que nadie le tosa igual sería más lógico evolutivamente que lo empleara para otra cosa que no fuera el bien precisamente.
Pero esperad, el chico protagonista pone los pelos de punta en ocasiones pero entre el gran trabajo que realiza actoralmente y lo que transmite en la pantalla casi te pones de su parte o al menos no crea rechazo, otro punto seguramente nada improvisado por los creadores del film y que hace que funcionen bien los toques de humor y la transgresión al necesitar para esta propuesta la complicidad del espectador.
‘El hijo’ es puro entretenimiento pero alejado del marco de las grandes producciones de superhéroes. Está cuidada al detalle pero sin perder frescura y naturalismo incluso, con efectos encajados perfectamente pero en este caso como apuntes necesarios a la condición del niño, no como eje propio de muchos productos de superhéroes. Hay guiños continuos a ese cine pero sin embargo no pierde en todo momento la personalidad de una obra que claramente es algo nuevo y a la vez clásico en cierto sentido.
A veces oscura, a veces gamberra, a veces incluso divertida o dramática, ‘El hijo’ satisfará a casi cualquier público sea o no seguidor del cine de superhéroes. Un soplo de aire fresco incluso para ese cine que está tan en forma pero donde más allá del género, como arte cinematográfico en general es necesario más que nunca este tipo de películas. Una auténtica delicia que te hace salir de la sala con una sonrisa maliciosa.
