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Comenzamos el año y la ruleta vuelve a girar, es el momento de los nuevos propósitos, de renovar antiguos deseos incumplidos y lanzar los dados. Es un buen momento para todos los jugadores que con la ilusión renovada desean conseguir el objetivo marcado.¡Hagan juego señores, el 2015 va a empezar.
Cuando veo a Mark Wahlberg me creo que es una especie de fake de Matt Damon, por alguna razón, mi cerebro los confunde y tiendo a pensar que el actor bueno, es el protagonista de la saga del agente Bourne, y que el jugador malo es Mark Wahlberg. Verle en desastrosas apuestas como: Ted (2012), The Happening (El Incidente, 2008) o el horroroso remake de Tim Burton, Planet of the Apes, 2001, han provocado que le diera muy poco crédito, aunque también hay que decir que las cartas que le dieron siempre estuvieron marcadas.
En esta ocasión, el mejor aval es el director Rupert Wyatt, responsable de la extraordinaria revitalización de la nueva saga de El Planeta de los Simios y que garantiza, en mi opinión, la calidad de este otro supuesto remake de un film homónimo de 1974 protagonizado por James Caan. Sea como fuere, El jugador (The Gambler, 2014), con sus tramas de apuestas, de mafiosos avalistas, casinos y antros decadentes, me resonó a otra película, curiosamente protagonizada por su otro avatar Matt Damon, llamada The Rounders (1998). Cuando te encuentras con subgéneros como el de las apuestas, tan explotado por el cine americano, llega un momento de cierto escepticismo y piensas: tipo chulo que apuesta, pierde, pide aval a tipos chungos, conoce a chica, vuelve a apostar y chulea más, pierde, tipos chungos se enfadan, chica se enfada, tipo chulo ya no es tan guay, ten cuadadín y paga, el tipo chulo lo tiene jodido…
Lo que se ve a lo lejos, aunque tengas prismáticos, es una engañosa visión de lo que se maneja por debajo del tapete, por debajo de la mesa, un subjuego fascinante de preguntas poderosas que el protagonista se hace y que el resto, como jugadores que todos somos, también nos hacemos. En pocas películas encontrarás una evolución, en el sentido puro y duro de la expresión, del protagonista, como si de un primate habláramos. Al fin y al cabo, como dice Pablo Herreros, todos somos primates humanos!
¡Ah! un consejo!: No hagáis caso del trailer, El Jugador (The Gambler,2014) es una muy buena película para empezar este año 2015, para saber hasta cuándo vas a seguir apostando con las mismas fichas o si vas seguir esperando a que te salga todo al rojo o al negro. Quizá ha llegado tu momento, el momento de decir…FUCK YOU!