Un documentalista acepta el encargo de un director de cine de terror reconocido en decadencia para rodar el making of de su última película. Para ello se reunirá con el elenco y el equipo del director en un rancho apartado.
Everybody Dies by the End (2022, Ian Tripp, Ryan Schafer) es el enésimo falso documental cámara en mano que conjuga un humor facilón con una trama un tanto previsible y a ratos confusa. Lo mejor sin duda es el papel del excéntrico director de cine Alfred Costella interpretado por de Vinny Curran que es el que sostiene esta modesta producción estadounidense a base de humor de brocha gorda. El resto del elenco no está a la altura brindando interpretaciones bastante lamentables y sobreactuadas.
Tiene un punto de originalidad en su planteamiento que se va al garete a menudo que avanza la historia. El giro siniestro se va dando de manera paulatina y, aunque el inicio es bastante prometedor, pronto cae en la redundancia y el aburrimiento hasta el anhelo de que el título se haga realidad cuánto antes mejor.
