Quienes ya caminamos por ese mundo virtual de los videojuegos on-line, entendemos mejor esa fascinación que produce enfrentarte a una realidad con forma virtual pero activada por alguien de carne y hueso como tú. Saber que te retan y que no es la IA (inteligencia artificial) de un programa sino uno o miles de jugadores conectados entre sí ,te plantea hasta dónde puedes llegar, hasta dónde eres capaz… Porque todos deseamos demostrar al resto que podemos llegar al siguiente nivel, porque todos queremos llegar a un hipotético estado de felicidad: AVALON.
Avalon es un término de origen celta que designa una isla, Reino de las Hadas, utilizada más tarde en la mitología artúrica como lugar donde reposarían los restos del difunto Rey Arturo. Término pues más que acertado y seguramente doblemente atractivo para un director de origen japonés ,Mamouro Oshii, interesado en la la Europa mitológica medieval.
Término que da título a esta extraña coproducción japonesa-polaca totalmente interpretada prácticamente por actores del país eslavo en su lengua natal lo que le confiere un plus de realidad virtual a una época futura más anacrónica si cabe. Avalon argumentalente bebe de Existenz (David Cronemberg) y más recientemente de Matrix (Wachosky bros.) pero repetimos, sólo argumentalmente, pues en su concepción Oshii ,proveniente de la animación, también experimenta una incursión en la realidad ,pura y dura (tuvo que ir a rodar a Polonia) que le supuso convivir con un equipo técnico y actores polacos. Oshii asimiló esta experiencia seguramente casi virtual y filmó un material estética y conceptualmente interesante.
Mamouro Oshii ,director japonés de animación , se dió a conocer internacionalmente por su Ghost in the Shell, cienciaficción cybertech algo densa, como todas sus obras.
Recientemente estrenó su último film en el Festival de Sitges 2008 ,como ya comentamos en especialistaMike: Sky Crawlers otro alegato antibelicista a partir de una colección de novelas muy leídas entre el público juvenil nipón. Así, vuelve a situarnos en una sociedad futura pero con iconografía y tecnología retro, eso sí, 100% animación, una producción muy bien cuidada y técnicamente perfecta muy al estilo de Katsuhiro Otomo (Akira, Steamboy).
Avalon es una historia de superación ,es una metàfora de nuestra realidad, no sabemos si la vital o la virtual: Qué nos conecta a nuestro entorno, es decir qué nos hace sentir vivos y cómo podemos conseguir algo mejor, ahí radica el juego y nunca mejor dicho, pues a través de él nuestra protagonista Ash, (todo un descubrimiento para especialistaMike de la veterana actriz polaca Malgorzata Foremniak) intentanta llegar al máximo nivel del juego hasta alcanzar otro estado de realidad, hasta alcanzar Avalon. ¿Qué es AVALON finalmente?, ahí radica el tema de la película, o por lo menos eso pretende Oshii : sugerirnos, hacernos reflexionar sin juegos ni trampas facilonas, algo que agradecemos, porque AVALON, es ante todo una propuesta valiente, pero no absurda , lógica o no, puede entenderse, no es un producto underground, no es una gran epopeya ininteligible de la cienciaficción a lo 2001:Una Odisea del Espacio, pues los recursos son menores y las pretensiones también pero su fuerza visual ratificada en un segundo visionado demuestra también sus carencias, y pese a no ser nada un film pretencioso , su propuesta del tema es más que valiente. Sí es verdad que pierde su discurso por falta de sintaxis (le falta chicha), por falta de símbolos, por falta quizás de más cine.
Oshii se resiente de trabajar en un medio que no es el que conoce, y que cómo hemos visto hace poco en Sitges (Sky Crawlers) ha vuelto al estudio de animación
Avalon no será un Blade Runner ,ignorado en su estreno, beatificado después, o quizá sí, jugar a ser crítico profeta es peligroso, tanto como confundir los diferentes estados de emoción, tanto como confundirse de realidad, y ésa…sólo está en nuestra mano en poder encontrarla!
AVALON ES ANTE TODO UNA PELICULA VALIENTE , TANTO A NIVEL ESTÉTICO, COMO A NIVEL TEMÁTICO, LO QUE SIN DUDA ES TODA UNA REALIDAD DIFERENTE A LA QUE ESTAMOS HABITUALMENTE ACOSTUMBRADOS.
