Pensé que con ‘Holmes & Watson’ lo había visto todo en lo negativo pero al menos la película no se tomaba en serio a sí misma en ningún momento y qué diantres, Will Ferrell me ha ido ganando poco a poco cuando no hace mucho estaba en mi lista negra. Sin embargo, con ‘Fantasy Island’ hemos llegado a otro nivel, porque no parece que se lo tomen a cachondeo y eso ya hace menos gracia y les deja en peor situación. Y es más sangrante aún cuando versiona una mítica serie de televisión protagonizada por Ricardo Montalbán y Hervé Villechaize (si les digo que es el enano que era clavado a Felipe González y popularizó en su programa de televisión el gran Gurruchaga seguro que les viene la imagen).
Pero nada más lejos del original. No entiendo cómo la productora que ha parido títulos memorables como ‘Déjame salir’, ‘Múltiple’ o ‘El regalo’, una de mis debilidades, ha realizado algo así, a no ser la apuesta segura en estas fechas para un público ávido de pelis de terror palomitero. Pero ‘Fantasy Island’ ni siquiera es terror adolescente al uso, sino una mezcla de subgénero «cabaña en el bosque» con ‘Perdidos’, la saga ‘Saw’ y ribetes de comedia gamberra. Tela. El cóctel, de no tomarse en serio, sería para disfrutarlo pero desgraciadamente quieren abarcarlo todo volando por los aires cualquier posibilidad positiva. Los diálogos por momentos son sonrojantes (la sala reía por no llorar), los giros absurdos y forzados. Los actores, salvo la pareja de hermanastros, cargantes.
Que conste que la idea inicial de unos tipos que aterrizan en una isla para hacer cumplir sus sueños y fantasías prometía. El comienzo engancha mínimamente y la presencia de Michael Peña hace presagiar un producto decente, pero con el devenir del metraje todo se va derrumbando hasta una perplejidad a punto de sacarte de la sala. El actor de ascendencia mexicana creo que lo intuye y se deja llevar en un papel de maestro de ceremonias donde ni pinta nada ni quiere hacerlo.
Sinceramente no sé qué más añadir, me dejó sin palabras pero aún así he podido escribir esta crítica, que en este caso toma todo su sentido etimológico. Una de las peores películas que he visto, así de sencillo.
