Hubo un verano en el que decidí cascarme de golpe lo siguiente:
- La saga de Viernes 13
- La saga de Pesadilla en Elm Street
- La saga de Halloween
Y la verdad es que no acabé muy convencido y si con la sensación que cuando el malo mola, se hacen películas como churros, churros que una vez te comes te olvidas de ellos.
El 2018 el director David Gordon Green hizo un enésimo remake (tras los semi fallidos del descendiente -de descenso- Rob Zombie) y la verdad es que le salió bastante bien. Un Michael Myers preso con mucha edad, vigilado y con una jamie Lee Curtis preparada para todo. Pues bien, esa película era tan solo la primera parte de un plan a tres. Es decir, una trilogía.
Y aquí tenemos la segunda entrega: Halloween Kills.
Secuela insulsa
Halloween Kills empieza justo después de la de 2018, va seguida. Y dices: «Ah mira, bien. Más Jamie Lee, y más historia». Pero no.
Lo malo de esta secuela principalmente es que Jaime Lee Curtis, así como en la anterior era una guerrera preparada para todo y la historia gira a su alrededor, aquí da el relevo a sus descendientes -de vástago- y ella queda relegada a un mero cameo sin gracia que ni pincha ni corta.
La película intenta hacer un estudio de como el mal puede ser infeccioso y puede convertir a las víctimas en una turba con ganas de sangre. Sin embargo, y como ya veréis, el giro es bastante «Trumpiano» y me hizo venir bastante asco hasta el punto de que fuera totalmente a favor de la matanza de Michael Myers.
Habrá que esperar
Como he dicho parece que es la segunda parte de tres, así que deberemos esperar quizás para dar un veredicto total sobre estas nuevas entregas, pero tal y como la primera era un 6’5-7, esta si aprueba es porque cae bien y porque hace ciertos guiños a la nostalgia y a la película original.
Por todo lo demás, es una película disfrutable porque la puedes ver incluso con el cerebro en los pies de la butaca, pero como los malos churros, una vez comidos y saboreados junto al azucar, te olvidarás de ellos a la espera de comer más churros.
Del final ya hablaremos otro día, pero esta clara la intención de la película: Michael Myers es el mal, y el mal nunca muere. Como siempre, vamos.