Hay muy buenos precedentes en el subgénero bélico de películas de submarinos. El cine ruso, alemán y el americano han creado grandes títulos llenos de emoción, ayudado siempre por las características tan especiales de estas máquinas de guerra y su ambiente claustrofóbico. ‘Hunter Killer’ se suma a la larga lista pero desgraciadamente no destaca. Una vez más la historia de un submarino americano solo ante el peligro para evitar la III Guerra Mundial y donde el enemigo acaba siendo aliado, ¿os suena de otros títulos?
Quizá, sabedores de que en este tipo de films ya casi todo se ha mostrado en la pantalla, verosímil o no, añaden una subtrama de otro subgénero bélico: el de escuadrones al margen de lo oficial, el de guerrilla o mercenarios. La idea era buena pero aquí no aporta nada original a la trama y se convierte en un toma y daca entre escenas de submarino y de pelotón que hace que no te centres en ninguna. De hecho el argumento es casi pueril y hace aguas tanto como el sumergible, sin explicación alguna, sin un mínimo interés o capacidad de definir a los personajes y que te los creas.
‘Hunter Killer’ saca punta a todos los clichés habidos y por haber, con un desarrollo aburrido hasta que por fin en el desenlace se desmelenan algo y te hace recuperar el poco interés creado. Ni Gerard Butler ni el desaprovechado aquí Gary Oldman logran reflotar este submarino que surca el mar siempre a profundidades bajas. Se salvan un par de escenas pero el conjunto es bastante olvidable. Para pasar el rato en una sobremesa de sábado pero no para gastar en una butaca de cine.