Ayer se anunció que la película inaugural del Festival de Sitges de este año 2019 será In the Tall Grass (o como aquí se llamará En la hierba alta).
In the tall grass es una historia basada en un relato de Stephen King y Joe Hill (su hijo). Lo podéis encontrar en Amazon al precio de 1’89 euros, y se lee en 15 minutos. Os lo recomiendo, ya que es muy Stephen King y al menos sabrás por qué Vincenzo Natali (director de Cube) puede ser una buena elección para llevar el relato a la pantalla.
Su protagonista es Patrick Wilson, y como se ha anunciado, presentará la película en el Festival junto al director. Pocas veces diré lo fan que soy de este hombre, y no solo por su contribución al género del terror en los últimos 10 años (The Conjuring 1/2, Insidious, Annabelle comes home, etc…) sino por salir también en películas como Aquaman o Bone Tomahawk o ser Búho Nocturno en Watchmen y porque iene pinta de ser un tío de puta madre, además que canta canciones de Elvis como Dios (ver The Conjuring 2).
Pues por lo que he leído en IMDB, Patrick Wilson entró en este proyecto de Netflix (sí, es de Netflix y se estrena en la plataforma el día siguiente a la inauguración -punto en contra-) porque James Marsden (X-Men, WestWorld, Encantada o The box) que ya había sido elegido para el papel, se salió porque -ojo- Quentin Tarantino lo había elegido para salir en su nueva película Once Upon a Time in Hollywood.
«Buena elección» diréis todos, ¿no? ¿Quién no hubiese hecho lo mismo? Estás en una película que no sabes si será ni siquiera aceptable, te llama Quentin… lo dejas todo, haces maletas y a lo que te diga el bueno de Tarantino.
Entonces, he pensado… «¿y qué papel hace James en Once Upon a Time in Hollywood? No lo recuerdo». Busco IMDB, y no aparece. Rebusco en google, y encuentro la respuesta.
Al parecer, James Marsden tenía que hacer aparición como una versión joven de Burt Reynolds, así como Damian Lewis sale como Steve McQueen y Mike Moh como Bruce Lee. A la par – y aquí nace el metametacine que quería incluir Quentin-, Burt Reynolds también tenía un papel en la película. Era George Spahn, el viejo que vive en el campamento de Charles Manson y que es manipulado y engañado por el puñado de hippies que viven ahí.
Lo que no contaban ni James Marsden, ni Quentin Tarantino, ni Patrick Wilson ni el mismo Burt Reynolds, es que este fallecería antes de poder rodar sus escenas. Así que fue sustituído por Bruce Dern que también aparecía en The Hateful Eight.
Como daño colateral, Quentin Tarantino, imagino que pensó que no sería de buen gusto que en su película saliera un Burt Reynolds falso, si el real no había podido salir por haber fallecido. Así que cortó las escenas de James Marsden de la película.
Así pues, como un juego de las sillas siniestro para Marsden, pasó de ser el cabeza de cartel de una película que luego inauguraría Sitges (y quien sabe si visitaría) a rodar unas escenas en la nueva película de Quentin Tarantino para que luego fueran cortadas por el fallecimiento del personaje al que debía interpretar.
Quien sabe si lo podremos ver nunca en la edición extendida que se rumorea que puede estrenar la misma Netflix.
Supongo que estas casualidades son algo bastante común en Hollywood, pero no deja de ser interesante la mala suerte que ha llevado a James Marsden a no comerse un torrao en los últimos meses.
