Jacinto es un niño de nueve años encerrado en el cuerpo de un adulto de más de cuarenta. Vive en un minúsculo pueblo gallego con sus padres y se ha creado un mundo de fantasía en el que él es el amo y señor del lugar. La paz termina el mismo día que dos chicas llegan al pueblo para grabar su nuevo disco de black metal.
La premisa ya es de por si intrigante, el casting es espléndido y la película una pequeña joya. Javi Camino, que presentó el film en el #TerrorMolins2021 (y previamente en el festival de Sitges) junto a los dos actores protagonistas Pedro Brandariz (Jacinto) y Juanma Buiturón (Millán), realiza una de las mejores películas españolas del año.
El peso de la película lo lleva con holgura el bueno de Pedro Brandariz cuya excelente interpretación nos brinda un personaje entrañable y a la par inocente, difícil de olvidar. Jacinto vive en una burbuja, sobreprotegido y ni siquiera habla por un trauma del pasado. La aparición de las dos músicas blackmetaleras podría ser un soplo de aire fresco si no fuera por la educación cristiana de Jacinto que las ve como una amenaza y un peligro. El film navega entre el thriller, el humor y el costumbrismo con una naturalidad pasmosa.
Además es un film repleto de pequeños momentos sublimes. Jacinto es un gran fan del cine de terror y su hermano Millán le irá trayendo películas nuevas para su disfrute. El detalle de haber creado los vídeos como si fueran películas antiguas es fabuloso. Para ser tan solo el segundo largo de Javi Camino es increíble el resultado final, habrá que hacer seguimiento de sus futuros proyectos. Si tenéis la oportunidad de ver la película no os la perdáis, es fabulosa de principio a fin.
