Johnny English Returns, para gustos, películas

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Johnny English lleva un tiempo exiliado en las montañas del Tibet después de estropear una misión de seguridad nacional años atrás. Sin embargo, el MI7 le necesita: su misión es evitar el asesinato del Primer Ministro Chino y resolver la trama de una organización llamada Vortex. Esta es la premisa de “Johnny English Returns”, secuela obligada a raíz de los números de la primera parte, que con un presupuesto de 40 millones de dólares recaudó por todo el mundo la friolera de 160 millones de dólares.
Cuando uno entra a ver una película protagonizada por Rowan Atkinson sabe lo que se va a encontrar. Una comedia divertida, muchas payasadas y humor blanco. “Johnny English Returns” no es una excepción. Plagada de guiños a los grandes clásicos del cine de espionaje, la película no arriesga ni lo más mínimo, consciente de lo que quiere el espectador. Aquí no importan los deus ex machina, la poca credibilidad de los avances del agente secreto, la repetición de algunos gags… todo vale con tal de provocar risa. Puede que a mucha gente no le guste este tipo de cine, y lo más seguro es que salgan del cine descontentos después de ver esta película. Pero cada uno tiene sus pretensiones a la hora de escoger un plato de la cartelera. En cualquier carta tenemos comidas de todos los sabores, y nadie deja de lado sus gustos cuando elige. Habrá gente que escoja la película más sencilla, justo la que desprecian los aficionados a las delicatessen. Pues bien, “Johnny English Returns” es una apuesta segura para los que quieran ver un filme sin pretensiones cuyo único objetivo es divertir con una pantomima de James Bond. Consciente de ello, Oliver Parker dirige de manera inteligente los ingredientes de los que dispone. Un buen reparto (destacan Dominic West y Gillian Anderson) y un ritmo trepidante combinados con un sinfín de disparos y explosiones sin sangre dan cuerpo a la perfecta receta de la comedia de espionaje.
Una película suave y muy fácil de digerir. Eso sí, no apta para paladares exigentes.