«La gran comilona» es una película franco-italiana dirigida en 1973 por Marco Ferreri. Está protagonizada por Marcello Mastroianni (doblado en España por Rogelio Hernández), Ugo Tognazzi (doblado por Joaquín Díaz), Michel Piccoli (doblado por Felipe Peña), Philippe Noiret (doblado por José María Angelat) y Andrea Férreol (doblada por Elsa Fábregas).
Ésta es la típica película en la que me quedo pensando: ¿por qué te has hecho esto a ti mismo? Para colocarla en la vitrina de las películas más desagradables que he visto en mi vida (sí, junto a películas como «Human Centipede» o «A Serbian’s Film»). Quizás es el morbo lo que te impulsa a ver estas películas, en mi caso la duda de cómo unas personas se podrían suicidar comiendo todo lo que puedan o la duda de cómo se puede hacer una película con una premisa tan…. ¿Absurda? Creo que la mejor forma de describirlo lo hacen las prostitutas de la película cuando llaman «gilipollas» a los protagonistas de la trama por elegir esta forma tan banal de matarse.
En fin, creo que hay dos formas de entender la película. La primera es simplemente como una película que pretende generarte mal cuerpo. En este caso lo consigue, al igual que las películas que he citado antes, pero es curioso la forma en la que lo hace. La película consigue que un acto que todos amamos como es comer te resulte asqueroso. Conforme avanza la película por la manera compulsiva que tienen los protagonistas de comer y por cómo en la que está rodada, acaba resultándote muy desagradable. Y si a eso le añades los efectos escatológicos de estar comiendo todo el día…
La segunda forma de verla es como una crítica a la sociedad consumista, al hedonismo. La película muestra como el consumismo de la burguesía en esa época acaba llevando a los protagonistas a su perdición, asimismo muestra la frivolidad de la burguesía de poder matarse de hambre comiendo mientras otros mueren de hambre. El hedonismo, basar la vida exclusivamente en la búsqueda de los placeres (en esta película mostrados en las prostitutas y en la comida) nos lleva a la degeneración y a nuestra destrucción. Es una crítica curiosa que creo que en muchos aspectos puede reconducirse a la sociedad actual.
Respecto a los actores, todos eran actores conocidos de la época y, quitando algún momento especialmente absurdo, cumplen con la función. El problema es que hay determinadas escenas que son tan absurdas que es complicado tomárselas en serio, así que me cuesta tomarme en serio a los propios actores.
En fin, no es una película para todo el mundo ni lo pretende. La película pretende provocar y creo que alcanza su objetivo. Pero entre el argumento que propone y los medios de esa época es una película que no creo que agrade a la gente acostumbrada al cine actual. Sin duda es una película solo para personas que les guste el cine independiente y que aprecien el cine clásico.
Aunque eso sí, si alguien quiere hacer una dieta que se la ponga mientras come. Garantizo que se quedará sin ganas de comer para toda la semana.
