Es así de fácil, mientras escribo esta crítica, tengo Facebook abierto, hablando por el chat con alguien (no pienso decirles quién, no me sean cotillas) comentando si nos ha gustado o no esa película. Y mientras sigo escribiendo puedo ver cómo otros tantos comentan y postean sus experiencias, y no sólo con celuloide, sino con cualquier otra actividad vital que sea digna de admirar o de fisgonear. Yo tengo amiguitos facebook que me han retrasmitido todas sus vacaciones colgando fotos desde su iphone californiano, otros que me chafan mis comentarios guays con tías guays, y otro que se pasa todo el día en el curro posteando con más amigos que el prota de la película, Mark Zuckerberg, creador de Facebook, la red social de las redes!
Admitamos que Facebook es algo más que un animal de compañía, admitamos que más allá de fisgonear, Facebook, como muy bien se ve en la película, no se sabía hasta donde iba a llegar, y el crecimiento espectacular del animal de compañía supera al pulpo de cualquier Scatergory, y la culpa de ello es sólo y solamente nuestra. Por eso, deternos y reflexionar por un momento, qué es y para qué sirve Facebook, forma parte ya de esta humilde crítica, que dentro de un rato colgaré para 500 millones de usuarios en todo el mundo.
Todo empezó una noche en Harvard, 2003,con una vengativa aplicación donde comparar las fotos de las chicas universitarias y los usuarios votaban a las más guapas del reino, hasta desarrollar el directorio principal (facebook) como lo que hoy conocemos: un perfil, un muro donde cogar tus cositas y miles de aplicaciones para compartir…hoy mismo he descubierto que el amor de vida se llamará Abigahil, y que como a one hero movie soy el repelente de Macaulay Kulkin de Sólo en Casa…sin comentarios, no share!!
A priori, La Red Social, quizá por el tema, no se revele atractiva, y más cuando hablamos de algo que utilizamos cada día, algo demasiado común todavía; por qué hacer una película. Como siempre, la pregunta no es por qué sino, el cómo, y ahí entra David Fincher, autor de dos clásicos contemporáneos: El Club de la Lucha (1999) y Zodiac (2007)
Con una sensacional interpretación del protagonista Jesse Eisenberg, Zombieland (2009) y un capullo muy creíble como creador del Napster, Justin Timberlake, la película adquiere fuerza por su ritmo intenso, y por la dirección de un director al alza, David Fincher, que sin el espléndido guión de Aaron Sorkin (El Ala Oeste de la Casa Blanca) poco hubiera hecho por mantener la atención del espectador, el ritmo de diálogos es casi tan frenético como el nº de usuarios que ya tienen Facebook. El acierto de este guión adaptado del libro Multimillonarios por Accidente de Ben Mezrich, es no decantarse ni por el creador de Facebook, ni por los demandantes excompañeros universitarios.
Pero si hay una razón, una sóla razón por la que recomiendo ir a ver La Red Social, es porque es una película moderna!!, moderna en toda su acepción!!
Es en la secuencia inicial, donde ya tenemos el plano de ruta de todo lo que veremos, ahí queda claro todo lo que David Fincher quiere que opinemos de su protagonista, todo está en ese diálogo, no hay duda, ni tan siquiera esperanza de que cambiará de perfil, no!, es Mark Zuckerberg, el futuro amo asocial de nuestro club social virtual más chachi, Facebook. De la misma manera, secuencias no fidedignas a la realidad según el creador de Facebook, la película se cierra de manera magistral contraponiendo las dos realidades, la de estar cara a cara y la de estar solo…con tu portátil. La carga de profundidad no es nada sutil para finalizar, pero es un film brillante, en la línea de Zodiac.
Y es que los temas que plantea el film son apasionantes, no sólo porque son actuales, sino porque son nuevos, con muchas incognitas que despejar: ¿hacia dónde vamos ?, ¿cual es el punto intermedio de esta nueva forma de relacionarnos…tenemos elección realmente, o vamos de cabeza a la realidad virtual?!.
Primero vivimos en granjas, después vivimos en ciudades y ahora vamos a vivir en internet!, Ben Mezrich
