Es un buen momento para revisar otra pequeña joya del terror de los 70 ahora que más que nunca el cine de terror vive una segunda o tercera juventud horrorosamente comercial ,véasen los remakes unos tras otros de títulos como éste (inclusive con una secuela).
No sabemos si es que el género revive por sí mismo bajo este nuevo amanecer de zombies o que la matanza de remakes no le hace ascos ni a nada ni a nadie, y que nuestros queridos directores viejunos de esta serie B ahora se pasean por Cannes y dirigan nuevas secuelas o incluso sus propios remakes…espeluznante!!!!,quién lo hubiera dicho!!!!
Wesley Earl Craven, Wes para los amigos, conocido antes por su saga de Pesadilla en Elm Street , ahora, por la saga de Scream, es un maestro artesano del cine de terror USA, es decir, lo que ellos ya han denominado como el american gothic. Es ese tipo de cine de terror malsano y subversivo, de bajo presupuesto, con La noche de los muertos vivientes, un nuevo género (o subgénero, cómo se quiera) se levanta de su tumba y arranca todos los convencionalismos ,La semilla del diablo ,también de 1968, acaba de rematar la faena, e introduce definitvamente el miedo en los hogares de la familia americana. Con Piscosis 1960, ya se ahbía abierto la herida, y los nuevos realizadores y productores, comienzan a recorrer un hermoso camino de horror hacia de los bucólicos parajes del way of life americano, como dice Ramón Freixas en su artículo sobre el American Ghotic: películas como Las colinas tiene ojos representan el ultraje a lo bucólico.
Es un buen momento para revisar Las Colinas Tienen Ojos de 1977, porque independientemente de la leyenda de Sawney Beane (s.XVI) un clan escocés de caníbales incestuosos que se alimentaban de viajeros que se perdían por el bosque, a Wes Craven lo que le interesaba era, no las vísceras de las pobres víctimas, no la violación de las dulces hijas de papa, no los cadáveres apilados en la caravana urbanita, no señores, no!!; en tan sólo 90m conseguía una crítica social demoledora de la sociedad americana fuera de su pecera, lo vulnerable y lo estúpida que podía llegar a ser, sin embargo, Wes quiere reconciliarse con la razón, es decir, vuelve a la civilización y quitando alguna que otra escena consigue que el film no sea calificado X.
La película alcanzó gran éxito pero en los círculos del cine de terror gore y en 1985 el propio Wes Craven realizaría una segunda parte. En 2007 el director francés Alexandre Aja rodaría el remake moderno con su pertinente secuela.
