Esta web cumplirá el mes que viene 11 años, si no me equivoco (no soy muy dado a este tipo de efemérides). Corría el verano del 2008 cuando junto a mi amigo, cocreador y escritor de esta web Andrés Fernández, comentamos via mensaje la opción de crear una web sobre cine.
Pese a no ser un duo muy entendidos en la base del séptimo arte, cada vez más seguíamos de cerca las novedades del cine actual, sus estrenos, sus rumores… además compartíamos varios amigos que escribían, sin afán de nada, críticas de los últimos estrenos que habían visto.
Fue ese mismo verano, cuando por cosas del destino y estando juntos cenando con varios colegas, uno de ellos recibió una llamada. «REGALAN ENTRADAS PARA LA PREESTRENA DE EL CABALLERO OSCURO EN LOS CAJEROS DE LA CAIXA!» Salimos volando del restaurante y cogimos todas aquellas que pudimos. Más tarde nos enteramos que a esa preestrena venía todo el elenco de la película a Barcelona (a excepción de Heath Ledger, por razones obvias). En resumidas cuentas, tras ser los primeros de la cola y flipar con la visita de Christian Bale, Nolan o Maggie Gyllenhaal, y de la película en exclusiva, pensamos «hay gente que vive esto cada dos por tres, la gente de las revistas de cine, los periódicos, programas de radio… ¿Por qué no creamos una web que nos sirva para vivir todo esto?» Fue a finales de Agosto del 2008, cuando viendo en casa de Andrés la que es considerada «peor película» de Quentin Tarantino, Death Proof, nos planteamos el nombre de la web. ¿Cómo la llamamos?». A la vez, en la pantalla aparecía Kurt Russell en el bar junto a Tarantino de barman y respondía una y otra vez a la pregunta «¿Cual es tu nombre?»: Mi nombre es Especialista Mike.
Tres años antes, Octubre del 2005.
Se podría decir que eramos mínimamente frecuentes en el Festival de Sitges. Desde hacía unos 6 años, nos pasábamos a ver unas tres o cuatro películas al año. Recuerdo mi primer película en el festival: The ring, la japonesa, y el terror que eso supuso (aún y ser fan de las películas de terror, ese cine japonés, en esa sala tan enorme, con esa gente tan entregada, fue algo apoteósico).
En 2005 un amigo fue elegido como currante del festival. A mitad de semana nos envía un mensaje: «Comprad entradas para la sesión sorpresa del miércoles 12 a la madrugada. YA». El enlace nos informaba: Un joven Eli Roth venía a presentar una inacabada, alocada y brutal película llamada Hostel. Y no solo eso: Quentin Tarantino, como productor, lo acompañaría. Ese día, nada más llegar al Auditori, allí lo vi, a Quentin Tarantino en persona charlando tranquilamente en el Hall del Hotel Melià. Yo soy muy vergonzoso, pero el fanatismo me puede. A la que vi la opción me fui hacia él, le pedí una foto, y… me dijo que no. Me saludó, me dio la mano, y me dijo «nice to meet you», pero que no le gustaba dar fotos. Pues nada, así fue mi primer contacto con el bueno de Quentin.
Y digo primer contacto porque si hay algo que sea Quentin tarantino, es fan del cine, y en Sitges hay mucho cine. Así que si eso fue un miércoles, Tarantino se paseó por el festival, como un fan más durante todo lo que quedaba de Festival. Y me lo encontré sin querer varias veces. Eso sí, el fanatismo me puede pero no soy imbécil, si una vez me dijo que no, no lo volví a probar.
Mirad si Tarantino es fan del cine, que en la noche de sábado a domingo, mi novia y yo asistíamos a El exorcismo de Emily Rose y a una maratón de terror de 3 o 4 películas. Sobre las 3 del madrugada y tras acabar la primera de las películas, estando sentados en un lateral del auditori, me dijo «Bueno, al menos aquí dudo que te encuentres a tu amigo Tarantino». Sin exagerar, nos giramos ambos… y ¿quién teníamos sentado en la butaca de detrás? Efectivamente: a uno de los mejores directores de la historia: Quentin Tarantino. Nos sonrió y nos quedamos blancos.
Pero ahí no acaba la cosa: Quentin, iba solo, no tenía un elenco de seguratas ni «coleguillas», no. Iba solo. Y si vas solo y sin acceso «VIP», te mueves como el resto de los mortales… y meas como el resto de los mortales. Sí, siendo este un momento tan vergonzoso como TOP de mi vida, recordaré para siempre y contaré tantas veces como haga falta que yo meé codo con codo con Quentin Tarantino.
Pero volvamos al 2008.
¿Por qué llamar a la web Especialista Mike? Pues nunca lo sabremos. Nos gustó en ese momento, mientras flipábamos con Death proof que se reproducía en el reproductor DVD. ¿Otro nombre nos hubiese traído más visitas, o más lecturas? Es posible, tampoco lo sabremos nunca. Pero de una cosa sí estoy seguro: ¿Por qué Especialista Mike? Pues porque Tarantino es un director que ama el cine y vive para el cine, que disfruta del cine, que se entusiasma con el cine, el de autor, el blockbuster, el independiente, el de terror o el de comedia. E incluso porque hace películas que los «entendidos» tachan de error, y aún y así a nosotros nos chiflan. Y porque al final somos como Quentin, sin su talento, pero con su pasión por la diversión y el entretenimiento que es este mundo. Y además somos un poco mónguers, porque así nos gusta ser, y si cogemos el nombre del protegonista de su «peor» película, pues lo cogemos.
¿Y por qué todo este rollo? os preguntaréis. Pues porque mañana, y sin haber querido saber nada sobre la película, nos vamos al pase de prensa de Once Upon a Time in Hollywood, la novena película de Tarantino, tres semanas antes de su estreno oficial en España. Nos mezclaremos de nuevo, como ya llevamos 11 años haciendo, con esa especie tan extraña llamada «críticos especializados de cine», y esa otra especie aún más extraña y a la que pertenecemos llamada «críticos de cine por amor al arte, que escriben en webs y blogs a cambio de nada», ese mundillo del que al inicio del verano del 2008 quisimos ser parte en cierta manera.
Así que preparados estamos para este nuevo evento, pues una película de Quentin Tarantino no se debe vivir como una película, sino como un acontecimiento, y así os lo contaremos entre mañana y pasado, para todos aquellos que quieran saber que nos ha parecido y como la hemos vivido desde este, nuestro punto de vista. El punto de vista de unos tíos que, algunos más y algunos menos, no tienen ni idea del cine, pero que lo viven como nadie y que contarán hasta el fin de los días que asistieron a varios pases de prensa de uno de los mejores directores de la historia, junto al que uno de ellos meó una vez codo con codo.
Estamos listos.
