Película francesa estrenada en 2019. Está dirigida por Louis-Julien Petit y protagonizada por Audrey Lamy (doblada en España por Yolanda Pérez Segoviano), Corinne Masiero (doblada por María Antonia Rodríguez), Noémie Lvovsky (Carolina Montijano), Sarah Suco (Belén Rodríguez), Brigitte Sy (Mar Sánchez Gatell), Pablo Pauly (Raúl Lara), Fatsah Bouyahmed (Eduardo Gutiérrez) y Tassadit Mandi (Mercedes Espinosa).
No soy muy fan de las comedias francesas, pero aprovechando un viaje tuve la ocasión de visionar esta película y no quería desaprovechar la oportunidad para escribir mi opinión. Honestamente, si no fuera así no me hubiera atrevido con esta película, pero ¿superó mis pequeñas expectativas?
Lo primero que cabe añadir sobre la película es que estamos ante una película de personajes, en la que lo importante no es tanto la historia que te está contando como los personajes que hay en ella y la crítica social que realiza.
Empezando con los personajes, destaco el principal de la película (Audrey), cuya vida gira en torno a ayudar a los demás. Ella es capaz de saltarse todas las normas del centro en el que trabaja con tal de ayudar a sus trabajadoras. Es lo contrario al modelo de persona que promueve una sociedad hedonista como la que vivimos. Y no siempre tiene las cosas claras, pues por momentos se derrumba, siente que no tiene una vida, sensación que te transmite durante toda la película; pero también te consigue transmitir la esperanza de que vale la pena intentar dedicar tu vida a ayudar al resto.
Luego están las mujeres que acuden al centro para reinsertarse, un grupo variopinto con mujeres de diferentes personalidades, cada una con su propia historia. En ellas se dan casi todos los momentos de comedia del film. Mujeres con problemas, algunas intentarán hacer todo lo posible para reinsertarse y otras lo intentarán, pero no siempre lo conseguirán.
Es una película bonita, que hace una crítica a los nulos esfuerzos que realiza la sociedad para lograr la reinserción de personas en exclusión social. No es una comedia descacharrante, sino una película algo más profunda que se centra más en el mensaje que quiere transmitir que en hacer reír, demostrando que con el género cómico se pueden contar todo tipo de historias, incluso dramas.
No es la película de mi vida, probablemente es una película que no hubiera elegido para ir al cine, pero si no se te ocurre qué ver y te apetece una película para concienciarte y reflexionar sobre según qué temas es una buena opción. Ni de lejos te va a cambiar la vida, pero no deja de ser una propuesta interesante.
Así que, podríamos decir que superó mis expectativas porque nunca tuve ninguna, pero a veces hay que dejarse llevar y animarse a ver propuestas que, de no ser por un largo viaje de vuelta a casa, no te habrías animado a disfrutar (¿o sufrir?).
