Película estrenada en 1988. Está dirigida por Ron Howard y protagonizada por Warwick Davis (doblado en España por Luis Fenton), Val Kilmer (doblado por Jordi Brau), Joanne Whalley (doblada pro María Jesús Lleonart), Jean Marsch (Elsa Fábregas), Patricia Hayes (Marta Martorell), Billy Barty (Felipe Peña) y Pat Roach (José Mediavilla).
Es una película sencilla con el esquema típico del viaje del héroe con un protagonista con el que consigue que nos encariñemos enseguida al que vemos aprender y evolucionar a lo largo de la historia. Esa sencillez se observa también en el desarrollo de la trama, rozando muchas veces la ingenuidad y en el personaje de la villana, una villana clásica con mucha maldad sin intentar rebuscar en sus orígenes y la explicación de la maldad. Ha sido como una búsqueda en mi infancia hacia un tipo de contar historias que parece que no está tan de moda.
La ambientación conseguida por la novela es genial, consiguiendo trasladarte al universo medieval mágico. No ocurre tanto así con ciertos efectos especiales, como la aparición de ciertos monstruos o los hechizos, que se ven algo cutres comparado con los efectos contemporáneos. Mención aparte merece la genial banda sonora que contribuye a meterte en cada momento de la película.
La película se caracteriza por su infantilidad ya que no tiene ningún elemento dramático, manteniendo siempre un tono optimista, en el que los conflictos que se van sucediendo se solucionan de forma muy ingenua y sin que lleguen a crear ningún momento duro. Ni siquiera la muerte de uno de los personajes se llega a sentir en ningún momento. Asimismo la película está cargada de chistes durante toda la historia que, a diferencia de los chistes de otras películas contemporáneas, aunque absurdos, no impiden que avance la trama, están en consonancia con ella, sin llegar a hacerse pesados.
En fin, una película para toda la familia, muy recomendable.
