Película de acción real formada por dos partes: la primera estrenada en 1944 y la segunda completada en 1946, aunque no se pudo estrenar hasta 1958. Está dirigida por Sergei M. Eisensetein y protagonizada por Nikolai Cherkasov, Serafima Birman, Ludmila Tselikovskaya, Mikhail Nazvanov, Pavel Kadochnikov, Mikhail Zharov, Mikhail Kuznetsov y Vsevolod Pudovkin Iba a tener una tercera parte, pero Eisenstein murió, afortunadamente, antes de terminar su rodaje. Es interesante que esté formada por dos partes: las dos etapas en que se divide el gobierno del zar Iván IV, separadas por la muerte de su esposa y marcando dos regímenes totalmente diferenciados.
La primera parte se centra más en el personaje de Iván y su relación con su esposa, mientras que la segunda se centra más en las inquinas políticas. Se me hizo más pesada la primera, aunque creo que cuenta con la mejor escena en la que se hace un juego de sombras con Iván el Terrible brutal. En la segunda, el personaje de Iván pasa por algunos momentos a un segundo plano, aunque su sombra sigue presente en todo momento, de modo que intervienen otros personajes, haciéndolo un poco más dinámico.
Sinceramente, en general se me ha hecho muy densa (¡¡encima doblada en ruso!!). Quería verla porque es parte de la historia del cine, pero más allá de un interés cinematográfico, no recomiendo verla o si te interesa la historia de Rusia también es interesante para conocer a este personaje.
Obviamente no se puede decir que sea una mala película, Eisenstein era un genio y la película muestra un gran dominio del cine. No obstante, sí que creo que se nota que Eisenstein venía del cine mudo porque la película no se apoya nada en los diálogos, sino que está plagada de simbolismos y las actuaciones pueden parecer algo exageradas. Ello la hace más pesada de ver al tener que estar pendiente de más cosas, aunque también de los diálogos ya que también aportan información. Todo ello hace que la película no resulte nada dinámica, especialmente si la comparamos con el modo de hacer cine actual. También se aprecia el uso del efecto Kuleshov que era bastante usado por Eisenstein y que es un recurso que me gusta mucho.
En fin, si quieres conocer el cine de Eisenstein, no empieces por aquí. Creo que otras películas como “El acorazado Potemkin” son mucho más entretenidas y con una lectura política mucho más interesante, a mi juicio.
