Hay siempre un día en el festival que noto que la bateria está ya muy agotada, que o me pongo a descansar o voy a empezar a dar tumbos de sala a sala sin enterarme de nada. Hoy es ese día.
Pese a plantearme no ir a la sesión despertador, recuerdo que me he cogido el día de fiesta en el curro para venir a Sitges y que hoy “solo” veré 3. Yo puedo.
Así que en marcha. Tras dormir 4 horas entramos a ver lo nuevos de Takeshi Kitano: Kubi. 8 de la mañana, más de dos horas de película, decenas de personajes principales y un juego de tronos samurai con más interesecciones que todo Tokio. Nada, pese a reconozco el esfuero de una película tan grandiosa, me pierdo en el minuto 30 y no me entero de nada.
De esta salgo derrotado, ya que ahora toca una de esas bizarradas que todo el mundo iba loco por ver, y a mi me huele fatal: Hundreds of Beavers.
Uno lleva viniendo 20 años al festival y pese a haber desarrollado un sexto sentido para las turras, esta vez me ha fallado. Por suerte me ha fallado estando dentro de la sala.
Hundreds of Beavers es una locura enorme. Una película de gags enlazados, pura comedia, y con un presupuesto ínfimo. Benny Hill, los Looney Tunes o (para hacerlo más de aqui) un poco Tricicle. Un hombre luchando contra mapaches, conejos, lobos, perros y sobretodo Castores. Cientos de castores. por supuesto no reales, sino gente disfrazada de Conejos, Lobos, Perros y Castores. Rodado en blanco y negro y con unos efectos que rozan lo absurdo y sin una pizca de verguenza. Gags, running gags, planes a lo aventura gráfica, mapas, re-gags sobre los running gags… loquisimo.
Ryland Brickson Cole y Mike Cheslick se divirtieron rodando, van a los festivales a divertirse y aún no creen como han llegado a Sitges. Y por eso han venido a liarla.
https://www.instagram.com/reel/CyQLlU8s0hV/?igshid=MzRlODBiNWFlZA==
Antes del pase hemos tenido una presentación de locura, con el director jugando con la traductora en su speech y Ryland peleando con gente disfrazada alrededor del Tramuntana. Que no os lo creeis? No os preocupéis. Lo tengo grabado:
Y después de esto un Q&A tambiën de locos. Nos han contado que su presupuesto era de 20 euros, que utilizaron SOLO 6 disfraces para toda la peli y un seguido de opiniones absurdas a las que nos hemos sumado con preguntas más absurdas. Ryland y Mike lo tienen claro “Cuando te da igual que una película pueda parecer una mierda en pantalla y que te de igual rodar con cuatro duros, pueden salir cosas maravillosas”. Cuando algo es TAN idiota que da la vuelta, el mundo es genial.
Y claro, al salir, merchandising de Hundreds of Beavers y sesión de fotos con ellos. Esta gente lo tiene todo planificado. Como no podia ser de otra manera, foto con ellos y Poster firmado para mi colección.
Aviso para navegantes: imagino que ver la peli en casa no tendrá ni la mitad de gracia. Pero en Sitges ha sido uno de los mejores eventos que recuerdo.
Para acabar el día de hoy entramos a ver Vermin: La plaga. Película de arañas. A lo bestia.
No suelo tener miedo de las arañas, almenos las de aqui, que normalmente miden poco, pero debo decir que la película me ha provocado picores por todo el cuerpo.
Vermin:La plaga tiene una primera mitad digna de Aracnofobia. Arañas asquerosas, un bloque de pisos de barrio pobre y muchos sustos. A partir de ahí es una pena que tome algunas decisiones algo absurdas y poco creíbles, como hacer que las arañas crezcan 1 cm x hora. Esta la salvan con la frase “hay una especie de araña que puede crecer 10 veces por encima de su tamaño dependiendo del depredador”. Muy bien, me lo trago. Pero que lo haga en menos de medio día… joder.
Entres eso y alguna escena inexplicable con la policía, la película que ha empezado como Aracnofobia acaba como un Attack The Block meets Arac Attack.
En fin, mejorable pero recomendable. Si tienes miedo a las arañas lo pasarás fatal pese a sus vaguezas.
Y esto es todo por hoy. Recordar algo que en el diario de ayer no puse: tras ver La sociedad de la nieve y pasar por el bar de la carpa, nos dirigimos al coche. De reojo veo que se mueve algo y pensando que era un perro o un gato, lo que me encuentro a solo dos metros de mi es un JABALÍ ENORME. Paralizado meto un par de gritos y tan pancho se va dirección a la playa. Debo decir que el coche lo tenía a solo 50 metros del Tramuntana, en la bajada que hace curva. Con las risas y el suto nos fuimos pra casa.
Lo que no pase en Sitges …
