Debo decir que el cine asiático me cuesta. Por diferentes temas, pero sobretodo el cultural. Imagino que es pos eso ciertas enfatizaciones, reacciones o caras, no me cuadran con como las gestionaría un europeo, y eso me saca de la película. Sin embargo con los años he ido viendo que eso no me sucede con el cine coreano. No se si es porque fuerzan un estilo más hollywoodiense o que directamente son una sociedad más «europeizada» que por ejemplo japón o china.
Dicho esto, ojo la sorpresa que nos hemos llevado con The childe, un thriller con ritmo y con unos personajes muy estimables.
En The childe, un chico, el protagonista, pelea en estadios de boxeo ilegales en Filipinas y ha estado buscando a su padre coreano para recaudar dinero para la cirugía de su madre filipina enferma. Un día, recibe un mensaje del lado de su padre coreano y vuela a Corea del Sur para encontrarse con él. Sin embargo, el viaje está lleno de dificultades ya que es perseguido por «The childe», una mujer misteriosa y el hijo de su padre coreano.
La película tiene un buen ritmo cuando se centra en la acción, si bien es cierto que hay algún altibajo que a la vez te da respiro.
Es muy interesante a la vez que inquietante ver como el personaje de Kim Seon-ho (The childe) se convierte en una especie de Terminator y persigue sin prisa pero sin pausa al joven boxeador Marco Han. Eso provoca situaciones bastante curiosas y de comedia y que realmente no sabes si tomártela en serio o no.
Y con eso juega la película, mezclando buena acción, comedia, alguna risa y thriller en la que como no, entran grupos mafiosos, mucho muerto, peleas muy bien coreografiadas y que se transmite en un metraje muy entretenido pese a durar casi 2 horas.
Una gran opción de la sección Órbita de Sitges 2023.
