[xrr rating=3.5/5]
Antes de empezar he de decir en mi defensa, o más bien en mi contra (imperdonable), de no haber leído el libro en el que se basa la película, primera novela del estadounidense Andy Weir. Y preguntando y consultando cómo se enfoca el argumento en el libro parece que el último film de Ridley Scott es bastante fiel y por tanto mis reticencias y peros a la película se ven comprometidos. Pero aun así debo insistir en una certeza: que hay dos Ridley Scott. El de Alien o Blade Runner no está, y no porque la historia que nos narra en Marte no tenga nada que ver si quiera con la ciencia ficción, sino porque no distinguimos al director norteamericano por ninguna parte, cumpliendo como en tantos otros títulos de su prolija filmografía.
‘Marte’ (‘The Martian’) es una versión clara de Robinson Crusoe y Naúfrago en el espacio. No se puede considerar ciencia ficción, puesto que cuenta una misión al planeta rojo que ya se está planificando en la realidad, para el que ya hay tecnología y plan. Tampoco chirría cómo un astronauta solo en Marte sobrevive durante meses, ya que la película es un auténtico manual de supervivencia, digno de cualquier how can de Youtube y gracias a las bondades de la botánica, la química, la ingeniería o la informática.
La película descansa totalmente sobre los hombros de Matt Damon, siempre eficaz, el típico actor que puedes ver interpretar durante horas y justifica cualquier visionado, sea mejor o peor película. Afortunadamente no es necesario que se ocupe de todo, porque el habitual casting de lujo de Scott hace el resto. Damon demuestra ser la elección ideal al ser igual de convincente en la fuerza, la desesperación, el humor, el drama o la aventura. Porque ‘The Martian’ es todo eso y las peripecias en el planeta rojo da para eso y más, bajo un denominador común: la supervivencia y el no rendirse jamás usando todos sus conocimientos y la colaboración terrestre. Aquí no hay misterios, ni tramas alienígenas, ni rebeliones, ni claustrofobia ni cualquier otro cuadro psicológico. Es una odisea de lo más terrenal en un terreno inhóspito, a miles de kilómetros de la Tierra pero que bien podría emular cualquier aventura en una isla desierta del Pacífico o de la conquista del Oeste. Desde Ulises poco más se ha inventado.
Dicho todo esto, ¿qué pegas hay? Pues si nos atenemos a la similitud con el libro, pocas, pero si la tomamos individualmente nadie podría relacionarla en principio con Ridley Scott. Quizá se espera siempre demasiado de él y habiendo naves de por medio, que cree un clásico. ‘The Martian’ es una película de aventuras en el espacio, con ritmo, interés, toques de humor…, entretenida en una palabra. Quizá los fans del género nos lo tomamos demasiado en serio. En este caso la trascendencia no tiene cabida sino simplemente, como dice el protagonista, resolver un problema y luego el siguiente para seguir vivo. Ridley Scott parece hacer lo mismo, con el oficio de un maestro pero sin el ímpetu o toque autoral que anhelamos vuelva en el director americano. Y viendo los proyectos que se acercan en el horizonte más vale que sea así.
