The Scary of Sixty-First (EE. UU., 2021, Dasha Nekrasova) es el primer largo de Dasha Nekrasova que también coguioniza y coprotagoniza junto a Madeline Quinn. La película empieza con dos compañeras de piso que acaban de mudarse a un piso en Manhattan. Pero este no es un piso más de la Gran Manzana, supuestamente fue uno de los pisos en los que el multimillonario Jeffrey Epstein cometía sus atrocidades.
La sombra de la conspiración, el erotismo barato y la magia negra conviven en este experimento fallido en el que el guion y las actuaciones hacen aguas por todas partes. El planteamiento es lo bastante potente como para enganchar al incauto y utilizar un monstruo real como Epstein es un acierto. Lamentablemente las ideas no cristalizan y se pierden en los 81 minutos que dura el film hasta llegar a un delirante final en el que se intuyen torpemente referencias al giallo.
El film tiene algunas fases perturbadoras que no terminan de cuajar, el resultado final es un anodino experimento en el que lo que pudo ser se come a lo que finalmente fue. Me pregunto cuál es la razón por la que la directora pensó que proponer personajes insufribles podría funcionar, no se salva ni uno. La única actuación medianamente creíble aunque excesiva es la de Betsey Brown en el papel de Addie que hace de contrapunto al insoportable duo de coprotagonistas. Película recomendable si no quedan más alternativas en las 300 plataformas digitales de las que dispongan.
