Venía con buenas referencias de esta película creada en Hong Kong y decidí intentar no saber nada. Desde el primer momento, en el que se descubre que la acción tomará parte en la Ciudad Amurallada de Kowloon ya me tuvieron con la atención ganada.
Kowloon: una ciudad de documental
La ciudad Amurallada de Kowloon fue una ciudad «sin ley» que se levantaba en Hong Kong. Era una ciudad que fue en su momento el kilometro cuadrado más poblado del planeta tierra, pues no era más que una algamasa de construcciones una encima de la otra donde sus habitantes, calaña de todo tipo, no veía siquiera la luz del sol por lo estrechas que eran sus «calles», en las que, por supuesto, no cabía ni un coche.
Vi en su momento un documental y me fascinó como algo así podía haber existido hasta que las autoridades la tiraron al suelo.
El lugar lo tienes, añadamos mafias y bandas
Twilight of the warriors: Walled In, que por lo que veo es la primera de una trilogía planificada, muestra una lucha entre bandas, entre mafias hongokongesas todas con sus adeptos, sus pasados y sus presentes.
Nos presenta a un personaje principal, un joven emigrante a la vez que misterioso que escapa de una de estas bandas para acabar refugiándose dentro de Kowloon.
Entre ellos, los personajes (al 100% masculinos), se hacen notar y (gracias por ello) con con rasgos diferenciales se dejan querer.
Súmale algo de fantasía
Y con todas las piezas en el tablero, como buen cine de acción asiático, añadele hostias como panes, peleas muy bien coreografiadas, vuelos imposibles y ciertos superpoderes algo fantasiosos pero que le dan a la película un cierto aroma a Dragon Ball.
¿Y qué es lo que quieres en Sitges? Pues algo así. Dos horas muy divertidas y muy entretenidas, con mucho trasfondo real y con el toque de locura que necesita.
Y si esto no es suficiente, se nota el toque del director (Soi Cheang) y su amor por la ciudad de Kowloon y lo que significó para Hong Kong. Y eso se nota en unos créditos finales que son nada más ni nada menos que un homenaje a esa ciudad amurallada de tintes épicos y a la gente que malvivía en ella, gente que pese a tener todos sus problemas con la ley, con el dinero o con la sociedad, montaron un lugar que hoy en día solo se puede ver como increible.
