Debo reconocer que es de alabar que una serie de películas de terror con ya 6 entregas y un par de series a sus espaldas siga teniendo mi reconocimiento y el adjetivo mínimo de «me lo paso bomba».
Ayer pudimos asistir al preestreno de Scream VI en el Phenomena Experience con el hype por las nubes de ver de nuevo a ghostface en pantalla grande.
Tan solo un año después del estreno de una quinta entrega que intentaba «reiniciar» la franquicia, nos encontramos con esta sexta entrega con personajes de esta quinta, algunos clásicos y algunos nuevos. Y mi primera reacción fue: «ya? otra?». Y luego se sucedieron las noticias: que si no sale Neve Campbell, que si es es New York (viene a la memoria Viernes 13), que si va a ser más larga de lo normal (más de 2 horas)…
Secuela / Recuela
La saga Scream siempre juega con las reglas del terror y con las referencias directas y esta sexta entrega no es menos. Así como las tres primeras jugaban con la trilogía, la cuarta con un remake, la quinta con una recuela, esta juega con el concepto franquicia. Un concepto en el que añaden nuevas normas y donde todo es más. Más sangre, más vísceras, más sorpresas, más todo. Liderada por las hermanas Carpenter, Scream VI nos lleva a la gran manzana donde todo es a la vez más seguro y más peligroso. Además juega mucho con algo totalmente a la orden del día como las Fake news y las conspiranoias covid-style que se producen por las redes.
La película se inicia con una escena que va entre el homenaje a una de las mejores actrices actuales del género y una vuelta de tuerca a lo que ya hemos visto antes, poniéndonos en antecedentes de que lo que va a suceder a continuación tendrá otro rollo.
Lideradas por Melissa Barrera y Jenna Ortega (las hermanas Carpenter supervivientes de la anterior entrega) y acompañados por sus amigos de Woodsboro, la película circula sin freno por las calles de Manhattan en busca del típico ¿Quién es el asesino?, pregunta sobre la cual ya se ríen incluso los mismos guionistas.
Bien es cierto que aunque Melissa aguanta algo mejor el peso de ser la hija de Billy Loomis, y da el pego como líder de las nuevas entregas, la verdad es que se ha visto claramente superada en carisma por su hermana en la ficción, Jenna Ortega (X, Miercoles, …), que ilumina la escena cada vez que sale.
Además podemos encontrar clásicos como Courtney Cox y su incombustible Gale Weathers (ojo a su primera escena, con un gran guiño a los fans de la saga) y otras semi-clasicas como Hayden Panettiere (Kirby en la 4a entrega) que le dan el toque nostálgico necesario.
La parte mala (o buena, quien sabe), es que Neve Campbell se ha bajado del carro y salvo ciertas escenas en la que la nombran, no aparece de nuevo.
Las reglas han cambiado
Es difícil aguantar la presión de darle nuevas vueltas de tuerca a los personajes que cambiaron a toda una generación creados por Kevin Williamson y el gran Wes Craven, pero Matt Bettinelli-Olpin sabe de que va el tema, y con maravillas a sus espaldas como Noche de Bodas no le tiembla el pulso y nos lleva de nuevo a la diversión sangrienta de la saga.
Y por ello, James Vanderbilt, el guionista, juega un poco a rizar el rizo desde un inicio mostrando a todos los protagonistas juntos en casi la totalidad del metraje, haciéndote preguntar quién demonios es el asesino, respuesta que aunque alguno lo puede acertar (yo mismo acerté algo sin querer y no me di cuenta) da mucho el pego y junto a varias escenas de amor puro por la saga, cierran la película de manera más que correcta.
Y ojo, hay escena extra post-post créditos.
Ghostface vive
Y que decir de Ghostface, tan torpe como en otras ocasiones, pero a la vez mucho más directo, macarra y sin miramientos. Incluso a ratos bastante más creepy que en anteriores ocasiones.
Scream ha llegado a su sexta entrega y a mi parecer con una salud de hierro. Así como Halloween se va perdiendo en sus secuelas con las que quieren innovar y se estampan (las dos últimas me parecieron como mínimo prescindibles), Scream lo hace renovando lo que saben hacer perfectamente: reírse de sus defectos, darle más vueltas de tuerca y al fin y al cabo, contentar a los fans, que de esto vive esta saga.
Y acabaré aquí por no entrar en territorio spoiler, pero solo decir que si eres fan de la saga la disfrutarás y que sin duda es una buena secuela. Posiblemente bastante mejor que alguna de las anteriores, las cuales soy incapaz de ordenar de mejor a peor, a excepción de la original de 1996, que fue una obra maestra y un punto y a parte para el género Slasher.
Larga vida a Ghostface. Larga vida a Scream.
